Policías belgas fuertemente armados incursionaron en barrios de Bruselas el viernes en operaciones vinculadas con los ataques de esta semana y con un supuesto nuevo complot en Francia.
Tres personas fueron detenidas y dos resultaron heridas en las piernas durante los arrestos. Un hombre que llevaba un paquete sospechoso iba acompañado de una niña.
El viernes por la tarde, dos explosiones y tiroteos se escucharon en el distrito de Schaebeek, donde la policía encontró explosivos y materiales para fabricar bombas en un apartamento usado por los atacantes que mataron a 31 personas e hirieron a 270 en los asaltos al aeropuerto y al metro de Bruselas.
Las autoridades confirmaron que uno de los asaltantes del aeropuerto fue quien hizo los chalecos explosivos usados en los ataques de noviembre en París, el vínculo más definitivo entre los dos ataques. Funcionarios creen que los ataques de París fueron organizados en Bélgica.
Por otro lado, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, colocó una corona de flores en el aeropuerto en honor a las víctimas. Kerry arregló su agenda para realizar la visita a Bélgica, en el tercer y último día de duelo en la nación europea.
El secretario Kerry confirmó que agentes del FBI asisten en la investigación y rechazó las críticas a Bélgica como "un poco apresuradas e inadecuadas".
Al grupo Estado Islámico, que se ha atribuido ambos ataques, Kerry advirtió "No seremos disuadidos...Volveremos más resueltos, con más fuerza, y no descansaremos hasta que hayamos eliminado de la faz de la Tierra sus creencias nihilistas y su cobardía".
Entretanto se comenzó a informar las identidades de las víctimas y los países de procedencia. Ciuidadanos de EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, China, Italia, Francia y Holanda perdieron la vida en los ataques de Bélgica.
