Cinco niños menores de un año son diagnosticados con sarampión en un centro de cuidado infantil en los suburbios de Chicago.
Las autoridades de salud realizaron exámenes de laboratorio y confirmaron la infección en dos niños y están pendientes los resultados de los otros tres, pero por los síntomas el diagnóstico preliminar es que sí estarían infectados.
Al mismo tiempo se calcula que al menos 10 niños más estuvieron expuestos a la enfermedad y que al igual de los infectados son muy pequeños para haber sido vacunados.
Todavía no se ha determinado la fuente de infección, pero el doctor Terry Mason el jefe de operaciones de la oficina de salud del condado de Cook y del sistema de hospitales dijo en conferencia de prensa que los casos no estaban vinculados con el brote de sarampión en Disneylandia que enfermó a docenas de personas.
Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han señalado que al menos se han producido 102 casos confirmados de sarampión en 14 estados, en 2015 y que la cifra no incluye estos últimos en Chicago. De los casos confirmados 92 están relacionados con el brote en Disneylandia.
La aparición de este brote de sarampión ha puesto en alerta a los padres de familia y a las autoridades de salud que han puesto en la mesa de debate la obligatoriedad de la vacunación.
Muchos padres de familia por creencias y/o religión se niegan a vacunar a sus hijos.
Los médicos recomiendan la primera dosis de vacuna contra el sarampión al cumplir 1 año y una segunda dosis entre las edades de 4 a 6 años.
