El fiscal general de Estados Unidos William Barr acusó el lunes a los demócratas de intentar crear un "espectáculo público" al citar al fiscal especial Robert Mueller para que testifique ante el Congreso sobre la investigación de Rusia.
En una entrevista con The Associated Press, Barr dijo que el Departamento de Justicia apoyaría a Mueller si decide que "no quiere someterse" al testimonio del Congreso. Barr también dijo que el Departamento de Justicia buscará bloquear cualquier intento del Congreso para citar a miembros del equipo del fiscal especial.
No hay indicios de que Mueller no desee comparecer ante el Congreso el 17 de julio. Pero él advirtió a los legisladores que cualquier testimonio que dé no irá más allá de su informe de 448 páginas que se publicó en abril. En una conferencia de prensa en mayo, Mueller dijo que el equipo eligió cuidadosamente las palabras del informe y que el trabajo hablaba por sí solo.
"No estoy seguro de qué propósito tiene arrastrarlo hasta allí e intentar asarlo", dijo Barr. "No creo que Mueller deba ser tratado de esa manera o someterse a eso, si no quiere".
Mueller ya no trabaja para el Departamento de Justicia, pero el departamento podría intentar limitar su testimonio sobre las decisiones que tomó como fiscal especial.
Barr habló con AP el lunes en Carolina del Sur, donde visitó una prisión para hablar sobre la reforma de la justicia penal que Trump promulgó el año pasado.
Los demócratas han criticado a Barr, diciendo que actúa más como el abogado personal del presidente que como fiscal general. Barr abrazó con entusiasmo la agenda política de Trump, presentó el informe de Mueller como una reivindicación del presidente y lanzó una investigación sobre los orígenes de la investigación, algo que Trump ha dicho repetidamente que debería suceder.
Barr dijo que la investigación está en curso y que, por lo que ha visto hasta ahora, es "esencial analizar más detenidamente cómo se desarrollaron las cosas". Dijo que no ha recibido una respuesta satisfactoria sobre por qué se abrió una investigación de contrainteligencia en la campaña de Trump, o si habría habido una medida menos drástica que podría haberse tomado en ese momento.
El informe de Mueller detalló la amplia interferencia de Rusia en las elecciones presidenciales de 2016, pero no encontró una conspiración criminal entre la campaña de Trump y Moscú. No recomendó acusar a ningún asociado de Trump como agentes del gobierno ruso o por violaciones a la financiación de campañas.
El informe también describió varios casos en los que Trump trató de influir en la investigación, pero las personas a su alrededor se negaron o permitieron que los asuntos desaparecieran. Mueller señaló deliberadamente que habría exonerado a Trump si pudiera, pero no lo hizo. También citó las pautas del Departamento de Justicia que dicen que un presidente en ejercicio no puede ser acusado.
Mueller comparecerá ante los legisladores en sesiones públicas y privadas a fines de este mes. A pesar de las limitaciones que puso Mueller en su propio testimonio, los demócratas insistieron en que se le permita al público estadounidense verlo responder a preguntas por primera vez desde que fue nombrado fiscal especial en mayo de 2017.
Barr se negó a decir cómo pensó que Mueller manejó la investigación de Rusia que siguió a la presidencia de Donald Trump durante casi dos años. Dijo que cree que su relación con Mueller, quien ha sido su amigo durante tres décadas, está "bien".