Las autoridades de seguridad de Estados Unidos y Alemania se reunirán en los próximos días según acordaron tras una conversación telefónica el presidente de Estados Unidos Barack Obama y la canciller alemana Angela Merkel.
Las conversaciones tendrán como objetivo discutir los cuestionamientos surgidos tras los señalamientos de que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos habría accedido en forma encubierta a unos 500 millones de llamadas telefónicas, correos electrónicos y otro tipo de información que pasó por los servidores de Alemania.
La decisión se produjo en momentos en que el Consejo Europeo, el cuerpo de derechos humanos integrados por 47 miembros y que funciona en Estrasburgo, sugirió a los gobiernos europeos que esperen a conocer la versión de los hechos del gobierno de Estados Unidos en vez de “reaccionar exageradamente” a la información surgida de las filtraciones.
Las acusaciones sobre el espionaje estadounidense en los servicios telefónicos y de Internet europeos han dominado los titulares de prensa en ambos continentes.
La controversia se ha convertido incluso en un tema de campaña para las próximas elecciones en Alemania. Los Social Demócratas alemanes, el Partido que intenta desafiar a los Demócrata Cristianos de Merkel reclamaron a Berlín que investigue a la inteligencia estadounidense.
Incluso los Social Demócratas reclaman que el gobierno de Merkel envíe a Moscú a fiscales para que se entrevisten con el ex funcionario contratado por la Agencia de Seguridad de Estados Unidos, Edward Snowden, quien ha filtrado información confidencial en relación a los programas de espionaje.
El periodista Daryl Lindsey, editor de la edición en inglés del diario Der Spiegel que ha publicado algunos documentos filtrados por Snowden, dice que la oposición probablemente seguirá presionando a Merkel sobre este tema.
Fuera de Alemania la reacción ha sido más cautelosa. Daniel Holtgen del grupo de derechos humanos Europeo, del Consejo Europeo, piensa que muchos gobiernos están esperando escuchar del gobierno de Obama de primera mano antes de reaccionar.
En Suiza las acusaciones fueron confrontadas por el ministro de Relaciones Exteriores quien llamó a mantener la calma.
Mientras tanto, los temores de que las revelaciones pudieran hacer descarrillar las conversaciones sobre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea se vieron aliviadas después de que la canciller Merkel y el presidente francés, François Hollande, acordaron desestimar las demandas para retrasar las conversaciones después de que Estados Unidos aceptara sostener conversaciones paralelas sobre las acusaciones de espionaje y sobre las negociaciones de comercio.
Las conversaciones tendrán como objetivo discutir los cuestionamientos surgidos tras los señalamientos de que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos habría accedido en forma encubierta a unos 500 millones de llamadas telefónicas, correos electrónicos y otro tipo de información que pasó por los servidores de Alemania.
La decisión se produjo en momentos en que el Consejo Europeo, el cuerpo de derechos humanos integrados por 47 miembros y que funciona en Estrasburgo, sugirió a los gobiernos europeos que esperen a conocer la versión de los hechos del gobierno de Estados Unidos en vez de “reaccionar exageradamente” a la información surgida de las filtraciones.
Las acusaciones sobre el espionaje estadounidense en los servicios telefónicos y de Internet europeos han dominado los titulares de prensa en ambos continentes.
La controversia se ha convertido incluso en un tema de campaña para las próximas elecciones en Alemania. Los Social Demócratas alemanes, el Partido que intenta desafiar a los Demócrata Cristianos de Merkel reclamaron a Berlín que investigue a la inteligencia estadounidense.
Incluso los Social Demócratas reclaman que el gobierno de Merkel envíe a Moscú a fiscales para que se entrevisten con el ex funcionario contratado por la Agencia de Seguridad de Estados Unidos, Edward Snowden, quien ha filtrado información confidencial en relación a los programas de espionaje.
El periodista Daryl Lindsey, editor de la edición en inglés del diario Der Spiegel que ha publicado algunos documentos filtrados por Snowden, dice que la oposición probablemente seguirá presionando a Merkel sobre este tema.
Fuera de Alemania la reacción ha sido más cautelosa. Daniel Holtgen del grupo de derechos humanos Europeo, del Consejo Europeo, piensa que muchos gobiernos están esperando escuchar del gobierno de Obama de primera mano antes de reaccionar.
En Suiza las acusaciones fueron confrontadas por el ministro de Relaciones Exteriores quien llamó a mantener la calma.
Mientras tanto, los temores de que las revelaciones pudieran hacer descarrillar las conversaciones sobre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea se vieron aliviadas después de que la canciller Merkel y el presidente francés, François Hollande, acordaron desestimar las demandas para retrasar las conversaciones después de que Estados Unidos aceptara sostener conversaciones paralelas sobre las acusaciones de espionaje y sobre las negociaciones de comercio.