Organismos sanitarios y Gobiernos de América Latina y el Caribe siguen sumando esfuerzos para combatir la pandemia del coronavirus. La situación se ha complicado en las últimas semanas, después de un repunte de casos en la región, especialmente por la aparición de la nueva variante ómicron.
Según datos facilitados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), a los que tuvo acceso la Voz de América, países del sur del continente como Perú, México, Panamá, Costa Rica o Argentina, ya han notificado la presencia de la variante, que se identificó por primera vez en Sudáfrica a finales de noviembre.
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Vacunación y medidas de prevención
“La OPS sigue recomendando la vacunación y las medidas para reducir el riesgo de exposición al COVID-19 para detener la transmisión del virus”, dijo el informe de la OPS. Las medidas recomendadas, además de la inoculación, son el uso de mascarillas, el cumplimiento de la distancia social, el lavado de manos y evitar los espacios concurridos, especialmente los interiores.
“Estas medidas son eficaces contra todas las variantes, incluida la ómicron. Los países deben mantener sus medidas de salud pública para limitar la transmisión del virus y ajustarlas según los riesgos locales de transmisión”, explicó Carissa Etienne, directora de la OPS, la semana pasada durante la conferencia de prensa semanal para abordar la situación de la pandemia en las Américas.
Según los reportes, hasta el momento se han administrado más de 868 millones de dosis en América Latina y el Caribe. Eso ha permitido que cerca del 57,3 por ciento de la población de esa región tiene la pauta completa de vacunación contra el coronavirus.
Perspectivas desesperanzadoras
Se espera que la mayoría de los países alcancen el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de vacunar al 40 por ciento de su población elegible antes de que termine el 2021.
Sin embargo, un informe de la Sociedad de las Américas y el Consejo de las Américas, publicado el 17 de diciembre, dio a conocer las cifras más actualizadas sobre el proceso de vacunación por países y en ese documento se puede comprobar que algunos países lo alcanzarán por la mínima o directamente no llegarán a la cifra prevista.
Nicaragua, Venezuela y Honduras con datos bajos
En Nicaragua, por ejemplo, el 40 por ciento de la población tiene completa la vacunación, mientras que el 29,1 por ciento tenía al menos una dosis administrada.
En Venezuela, se registran unos datos muy similares: el 40,4 por ciento de la población está completamente vacunada y el 23,6 por ciento se ha puesto al menos una dosis. En Honduras, el 38,7 por ciento tenía la pauta completa y el 4,7 por ciento se había puesto una dosis.
“La desigualdad en la vacunación sigue dividiendo a la región, con un puñado de países que probablemente no alcanzarán el objetivo de la OMS de vacunar al 40% de su población para finales de año y muchos que apenas superan el umbral del 50% de inmunización completa contra la COVID-19”, insisten desde la Organización Panamericana de la Salud.
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Una distribución más equitativa
La OPS, junto a otros organismos sanitarios, como la OMS, impulsaron el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19 (COVAX en inglés) con el objetivo de dar respuesta a los países con menos recursos y más vulnerables para adquirir las dosis de una forma más sencilla.
Gracias a este mecanismo, se han entregado más de 75 millones de dosis de vacunas a 33 países de la región. De ellas, 22 millones han sido donaciones de otros países.
La OPS, a través del Fondo Rotatorio, también ha puesto en marcha un sistema para agilizar las entregas y mejorar el sistema para que los gobiernos puedan adquirir vacunas directamente de los fabricantes para acortar esos plazos.
La primera vacuna producida en la región
La OPS ha insistido en la necesidad de que sea la región la que pueda producir localmente las vacunas y así no tener que lidiar con la logística y la burocracia que supone adquirir las dosis desde otros lugares, como Estados Unidos o la Unión Europea. La OMS aprobó la primera vacuna anticovid producida conjuntamente por Argentina y México.
Se trata de una versión del laboratorio anglo-sueco AstraZeneca, en colaboración con la empresa mAbxience y Laboratorios Liomont.
"Aplaudimos esta noticia. Se trata de un hito importante para América Latina y pone de relieve la importancia de la transferencia de tecnología para aumentar la disponibilidad de vacunas COVID-19 de calidad en la región", dijo Etienne.
La vacuna producida en la región ya se administra en algunos países de América Latina y el Caribe. Ahora, gracias a la luz verde de la OMS para su uso de emergencia, facilitará su adquisición y distribución a través del Fondo Rotatorio de la OPS y de la COVAX, según informaron fuentes de la OPS.
“Impulsar la capacidad regional para producir vacunas es clave para cerrar esta brecha. Si se le da la oportunidad y las herramientas, nuestra región puede contribuir al abastecimiento de vacunas", agregó Etienne y recalcó que la comunidad internacional ha respaldado la decisión de que América Latina y el Caribe pueda producir vacunas localmente al considerar que tienen capacidad suficiente para fabricar productos farmacéuticos.
"Seguimos comprometidos a apoyar continuamente a nuestros países para que aumenten la producción de medicamentos críticos, ya que la región puede contribuir significativamente a resolver las desigualdades que hemos visto hasta ahora", concluyó Etienne.
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