El sonido de las olas y los llamados de las aves en el puerto son normales en el refugio de vida silvestre de la Bahía de Jamaica, un oasis natural a sólo un par de kilómetros del corazón urbano de Queens en Nueva York. Pero hoy, hay trabajo por hacer.
Más de 100 estadounidenses de ascendencia hindú, de edades variadas, están trabajando de voluntarios con el Servicio de Parques de EE.UU. y su objetivo es recoger estatuas, banderas, pedazos de velas y otros elementos de rituales religiosos que se han ido acumulando allí por el último año.
“Estábamos muy disgustados y con mucha vergüenza de que parte de la basura viniera de los miembros religiosos de nuestra comunidad”, dijo Naidoo Veerapen, líder comunitario quien ha estado organizando estas jornadas de limpieza por los últimos cinco años. “Esta no es la forma adecuada de tratar una de las playas donde nuestra propia comunidad vive”.
El agua es un elemento importante de la religión hindú. “Nosotros vemos los océanos y los ríos como representantes de la Madre Ganga, quien protege el planeta tierra, hace la tierra más fértil y nos da la comida. Por esto nuestras ofrendas de comida y todo van al agua. En India, así es como se hace y estamos tratando de copiar el ritual acá”.
El líder religioso Phoj Dinidayal dice que, muchos hindús creen que el río Ganges es santo y puro, ellos piensan que cualquier cosa que se coloque en el mismo, se convierte también en algo puro y no creará contaminación.
Sin embargo, en el río es diferente a las aguas de la Bahía de Jamaica, porque las aguas del río están en constante movimiento. El otro problema de dejar elementos en la orilla o en las aguas es que pueden afectar la naturaleza viva. Los peces, las aves y otros animales marinos pueden enredarse en tela y otros materiales inorgánicos y/o envenenarse cuando los elementos rituales se descomponen en el agua.