Un grupo de escépticos legisladores participó en Washington en una reunión informativa secreta en donde la Casa Blaca trató de venderles la idea de una intervención militar en Siria, pero el resultado de una eventual votación todavía parece incierto.
Casi un centenar de legisladores de ambos partidos tuvieron que regresar a la capital de la nación en una extraña reunión en el fin de semana largo del Día del Trabajo, para escuchar 2 horas y media de información secreta sobre los ataques con gases neurotóxicos en Siria.
Los congresistas fueron convocados con apenas 24 horas de anticipación a la presentación en la que participaron 5 funcionarios de alto nivel, en un esfuerzo por ganar el apoyo a un ataque limitado para castigar al régimen sirio de Bashar al-Assad.
Al final de la reunión, el consenso parecía ser que “vender la idea será difícil” y muchos expresaron que la propuesta de resolución de la Casa Blanca tendrá que cambiar sustancialmente antes de ser aprobada.
“Tiendo a votar no”, dijo el legislador por Oklahoma, Tom Cole, uno de los que usualmente apoyan a la Casa Blanca desde la bancada republicana, resumiendo la disyuntiva a la que se enfrentan congresistas de ambos partidos.
El presidente Barack Obama ha invitado a los senadores John McCain y Lindsey Grahama a la Casa Blanca, con la esperanza de que le ayuden a convencer a los más escépticos.
El gobierno de Obama tiene menos de dos semanas para conseguir el apoyo de la Cámara de Representantes y el Senado, cuyos legisladores no regresarán de su receso de verano hasta el 9 de septiembre.
Casi un centenar de legisladores de ambos partidos tuvieron que regresar a la capital de la nación en una extraña reunión en el fin de semana largo del Día del Trabajo, para escuchar 2 horas y media de información secreta sobre los ataques con gases neurotóxicos en Siria.
Los congresistas fueron convocados con apenas 24 horas de anticipación a la presentación en la que participaron 5 funcionarios de alto nivel, en un esfuerzo por ganar el apoyo a un ataque limitado para castigar al régimen sirio de Bashar al-Assad.
Al final de la reunión, el consenso parecía ser que “vender la idea será difícil” y muchos expresaron que la propuesta de resolución de la Casa Blanca tendrá que cambiar sustancialmente antes de ser aprobada.
“Tiendo a votar no”, dijo el legislador por Oklahoma, Tom Cole, uno de los que usualmente apoyan a la Casa Blanca desde la bancada republicana, resumiendo la disyuntiva a la que se enfrentan congresistas de ambos partidos.
El presidente Barack Obama ha invitado a los senadores John McCain y Lindsey Grahama a la Casa Blanca, con la esperanza de que le ayuden a convencer a los más escépticos.
El gobierno de Obama tiene menos de dos semanas para conseguir el apoyo de la Cámara de Representantes y el Senado, cuyos legisladores no regresarán de su receso de verano hasta el 9 de septiembre.