Una comunidad del sureste de Nuevo México comenzó a secarse el lunes después de que las lluvias históricas que cayeron el fin de semana provocaron graves inundaciones y causaron al menos dos muertes y dejaron cientos de personas varadas en los techos.
Más de 300 personas fueron rescatadas por la Guardia Nacional de Nuevo México, y 38 de ellas fueron trasladadas a hospitales para recibir tratamiento por lesiones no reveladas. La Policía Estatal de Nuevo México dijo que dos personas murieron como resultado de la inundación, pero no se dieron a conocer detalles sobre las víctimas o las circunstancias de sus muertes.
Incluso el sheriff del condado de Chaves, Mike Herrington, publicó un video en redes sociales en el que estaba de pie encima de su vehículo rodeado de agua. Herrington dijo que tuvo que subir al techo de su vehículo cuando éste y varios otros autos quedaron varados en el agua que les llegó hasta las ventanillas.
Algunos vehículos seguían sumergidos a lo largo de algunas calles de la ciudad de Roswell, mientras que otros quedaron destrozados tras chocar con los soportes de los puentes, o contra los árboles y postes de electricidad, después de haber sido arrastrados por las aguas el sábado y el domingo.
Lluvias atípicas
El agua estancada y las masas de barandillas retorcidas y maderos rotos eran escenas desconocidas para la comunidad. Roswell, rodeada de llanuras normalmente polvorientas y granjas lecheras, no es famosa por ninguna precipitación notable, sino más bien por ser el lugar donde supuestamente se estrelló una nave espacial en 1947.
En Roswell suelen caer menos de 30,5 centímetros (1 pie) de lluvia en un año normal, pero los meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional en Albuquerque dijeron el lunes que el diluvio del fin de semana fue provocado por un sistema de baja presión estacionado sobre Arizona.
“Así que la humedad siguió entrando y entrando por el este de Nuevo México”, dijo la meteoróloga Jennifer Shoemake. “Tuvieron varios días de fuertes lluvias y tiempo severo en esa zona porque ese sistema de tormentas simplemente no se movía”.
En el centro cívico, una fiesta de cumpleaños quedó arruinada el sábado cuando las aguas empezaron a entrar en la pista de baile. Al principio, algunas personas intentaron seguir bailando mientras Moisés Torres y su grupo, La Fuerza del Bravo, seguían tocando.
“Parecía que nos hundíamos como el Titanic”, dijo a The Associated Press.
Mientras el agua seguía subiendo, los invitados subieron al techo. Torres dijo que dudaba si dejar atrás el equipo de su banda, pero en cuanto el agua alcanzó la parte superior del escenario, la banda se unió a los invitados a la fiesta. Torres grabó desde el techo videos de coches flotando entre las aguas.
“El agua arrastraba todo lo que encontraba a su paso”, comentó.
El grupo pasó varias horas en el tejado mientras llovía, según Torres.
Los equipos de rescate llegaron al amanecer del domingo, cuando el agua descendió. El grupo bajó del tejado y encontró el centro cívico lleno de lodo.
La gobernadora de Nuevo México, Michelle Luján Grisham, declaró estado de emergencia en respuesta a las inundaciones, lo que permite acceder a fondos por un millón de dólares para reforzar las labores de socorro.
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