La subsecretaria de Relaciones Exteriores chilena, Gloria de la Fuente, viajó el domingo a Costa Rica para reunirse con las autoridades de ese país y acelerar la extradición de uno de los sospechosos en el asesinato del disidente venezolano Ronald Ojeda en territorio chileno, un crimen que ha causado tensiones entre las dos naciones sudamericanas.
De la Fuente partió a Costa Rica “con el fin de ir a formalizar la solicitud de extradición de Maickel Villegas, una persona que en nuestro país está imputada por el secuestro y asesinato del teniente Ojeda”, relató la subsecretaria en un video a la prensa poco antes de partir.
El venezolano Villegas Rodríguez fue señalado por los fiscales chilenos como uno de los autores del asesinato de Ojeda. El pasado 21 de febrero, cuatro personas secuestraron al refugiado venezolano de su domicilio, un delito captado por las cámaras de seguridad del edificio.
Luego de una intensa búsqueda policial, el cuerpo de Ojeda fue localizado 10 días después dentro de una maleta enterrada bajo una losa de cemento en una barriada de viviendas irregulares. La fiscalía chilena afirma que varios miembros del grupo delictivo Tren de Aragua llevaron a cabo el crimen, orquestado desde Venezuela.
De La Fuente señaló que es importante que el proceso de extradición de Costa Rica se concrete lo más pronto posible, “y es la razón por la cual no solamente iremos a hacer entrega formal de esta solicitud sino que, además, nos reuniremos con una serie de autoridades para plantearles la importancia que tiene para nuestro país poder esclarecer los hechos”.
El caso de Ojeda conmocionó al país y dejó una fuerte sensación de impunidad. Hasta el momento sólo ha sido detenida una persona, un adolescente de 17 años en calidad de cómplice del secuestro. Otros dos sospechosos ya fueron identificados, incluido a Villegas, quienes lograron escapar del país.
Además de Villegas, también pesa una orden de captura internacional contra Walter de Jesús Rodríguez Pérez, venezolano miembro del Tren de Aragua y quien fue identificado como el supuesto líder en el secuestro.
Chile solicitó a Venezuela ayuda formal para extraditar a los sospechosos y poder juzgarlos en el país, pero Caracas, que en un principio mostró cierta disposición a colaborar, ha cuestionado la investigación de la fiscalía y las autoridades chilenas.
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