Las autoridades en California continúan practicando pruebas del coronavirus, bajo la preocupación de que haya un salto en el número de contagiados en uno de los estados más poblados de la nación.
Hasta el viernes se habían realizado más de 88.000 pruebas, pero aún se están esperando los resultados de otras 60.000. En las últimas horas del viernes, hubo 900 nuevos casos confirmados, aumentando el saldo total por encima de los 5.000, y más de 100 muertos.
La muerte de un técnico de farmacia de 25 años, que no tenía problemas de salud, ha hecho que las autoridades le adviertan al público que, aunque los ancianos están en mayor riesgo, nadie es inmune al COVID-19.
De hecho, la mayoría de los casos en el estado son de personas entre los 18 a 49 años. Hasta la fecha, uno de cada cinco infectados, han tenido que ser hospitalizados en algún momento de la enfermedad.
A medida que aumentan los casos, y más personas deben ser internadas, funcionarios están manejando proyecciones de una sobrecarga catastrófica en los hospitales a lo largo del estado.
Sin embargo, algunos epidemiólogos creen que la orden de emergencia que exige a los 40 millones de habitantes de California permanecer en sus hogares desde hace 9 días, podría hacer que, aunque extremedamente seria, la situación no llegue a niveles catastróficos.
Mientras tanto, autoridades del estado han implementado medidas adicionales, incluyendo el cierre de parques públicos y playas para desalentar a la gente de salir a lugares donde no puedan cumplir con la orden de distanciamiento físico.
