Indígenas de la Amazonía boliviana bloquearon este martes 20 de septiembre la construcción de una planta separadora de líquidos en el sur del país.
La medida, según líderes guaraníes, es para solidarizarse con miles de indígenas que comenzaron una caminata hace un mes desde la ciudad de Trinidad, en noreste del país, y que rechaza la construcción de una carretera en una reserva natural.
Este es un nuevo tropiezo político para el gobierno del presidente, Evo Morales, antes de la primera elección de jueces nacionales por voto universal, una iniciativa que es considerada una de las reformas claves de su segundo mandato.
Carlos Villegas, presidente de la estatal petrolera YPFB, dijo que el pueblo guaraní se niega a participar en una consulta popular para decidir el futuro de la planta en Río Grande, en el departamento de Santa Cruz.
A su vez, el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera señaló que el gobierno está dispuesto a dialogar con todas las partes afectadas.
“Proponemos el diálogo con los indígenas donde ellos quieran. La marcha del Tipnis (el parque nacional conocido por su sigla) tiene componentes políticos. Los policías están para evitar enfrentamientos”.
A su vez, Evo Morales, concluyó una visita oficial de dos días a Cuba, donde mantuvo encuentros con Fidel y Raúl Castro antes de partir hacia Nueva York para participar el miércoles de la Asamblea General de Naciones Unidas.
La ocasión sirvió para que la Universidad de La Habana le hiciera entrega del título Doctor Honoris Causa en Ciencias Políticas, alegando que la distinción fue dada por su pensamiento medioambientalista y político.