La comunidad internacional ha respondido con el retiro de sus diplomáticos al aumento de la represión en Siria contra la disidencia.
Este martes, el gobierno español llamó a consultas a su embajador en el país, Julio Albi, por la acentuación de la violencia contra la población civil, informó el ministerio español de Asuntos Exteriores.
La medida española se suma a la del Reino Unido, Francia e Italia, que tomaron la misma medida en las últimas horas, luego de que Estados Unidos oficializara el cierre de su sede diplomática en Damasco.
Los portales de internet de las cancillerías de los países europeos también señalan a sus ciudadanos “abandonar de forma inmediata” el país ante la creciente situación de inseguridad.
Asimismo, los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) - compuesto por Arabia Saudí, Catar, Omán, Kuwait, Baréin y Emiratos Árabes Unidos - decidieron retirar a sus cuerpos diplomáticos del país tras la continua ola de violencia.
Según un comunicado del CGG, también se les exige a los embajadores sirios en estos países que los abandonen de inmediato.
El 23 de enero el gobierno sirio rechazó un plan de la Liga Árabe para que el presidente Bashar al-Assad transfiera sus poderes a un representante, acusando al organismo de interferir en los asuntos internos del país.
La propuesta fue presentada ante el Consejo de Seguridad de la ONU, pero una resolución de apoyo a la misma y de condena a la represión del régimen de al-Assad fue vetada por Rusia y China.