El fiscal de París, Francois Molins informó el sábado que la cifra oficial de muertos asciende a 129 y son 352 heridos, de los cuales 99 se encuentran en estado de gravedad.
París trata de recuperarse de horas de terror causadas por seis ataques terroristas simultáneos el viernes por la noche en sitios de entretenimiento, entre ellos una toma masiva de rehenes en una sala de conciertos, que terminó en una masacre.
El presidente de Francia, declaró estado de emergencia y ordenó cerrar las fronteras. Francois Hollande también movilizó el ejército.
La televisión francesa y medios de prensa citan a la policía diciendo que unas 100 personas habrían muerto en una sala de conciertos donde habían sido tomadas como rehenes, y decenas más murieron en los ataques aparentemente coordinados, afuera del principal estadio del país y en por lo menos otros cinco populares lugares de la ciudad.
Testigos dijeron en la televisión francesa que el lugar del concierto, donde se presentaba el grupo californiano Eagles of Death Metal era una masacre. Las ambulancias corrían de un lado a otro del centro de la ciudad.
La policía parisina dijo que todos los atacantes han muerto, pero siguen buscando, en caso de que hubiera cómplices.
Según se informó, los atacantes del concierto hicieron detonar los cinturones llenos de explosivos que llevaban consigo, cuando se acercaron las fuerzas especiales que intentaban rescatar a los rehenes. Antes de inmolarse, los terroristas dispararon a mansalva con ametralladoras en cafés situados afuera del teatro, y luego entraron disparando al lugar y mataron más personas.
El prefecto de París, Michel Cadot, dijo que un grupo de atacantes asaltó el estadio y casi al mismo tiempo un segundo grupo atacó el centro de la ciudad.
El presidente Francois Hollande ordenó movilizar "todas las fuerzas posibles" para neutralizar las amenazas y asegurar todas las áreas. El mandatario no asistirá a la reunión de G20 en Turquía y convocó a su Consejo de Defensa para el sábado por la mañana.
El gabinete francés otorgó poderes especiales a las autoridades, que les permiten cerrar temporalmente los lugares de reunión pública, imponer arresto domiciliario a cualquier persona que consideren peligrosa, confiscar armas y llevar a cabo allanamientos con más libertad.
Se ordenó a todos los residentes de París permanecer dentro de sus casas, algo que no se hacía desde 1944, y se restringió los viajes internos. Parisinos lanzaron en Twitter la etiqueta #PorteOuverte, que se traduce como #PuertaAbierta, para ofrecer refugio y seguridad a quienes no han podido sallir de la ciudad.
Facebook alentó a sus usuarios en París a visitar su Safety Check para hacer saber a sus amigos si están en el área y si están bien.