Un juez federal en Washington inicia este miércoles 30 de noviembre de 2011, una serie de audiencias para considerar si se permite que John Hinckley, el hombre que en 1981 intentó asesinar al entonces presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, pase más tiempo fuera del hospital psiquiátrico.
Hinckley fue hallado incompetente por razones de salud mental durante el juicio realizado en 1982, por el intento de asesinato contra el presidente Reagan.
Desde entonces Hinckley ha estado recluido en el Hospital St. Elizabeth, un centro de salud para enfermos mentales.
El abogado de Hinkley -quien en la actualidad tiene 65 años-, pedirá al juez que se le permita visitas de entre 17 a 24 días cada vez a la casa de su madre. Hasta ahora se le han permitido varias visitas a la casa de su madre en Virginia en años recientes.
Si las visitas se realizan sin incidentes, el personal del hospital pedirá permiso para liberar a Hinckley para que viva con su madre a tiempo completo sin más revisión judicial.
Se anticipa que las audiencias cuenten con psiquiatras de ambas partes para testificar acerca del actual estado mental de Hinkley. También testificarán agentes del Servicio Secreto.
Los fiscales argumentan que Hinckley aún es “un hombre capaz de provocar actos violentos” y que sus actitudes violentas podrían repetirse.