Esta vez, Bruce Willis y su equipo profesional de perforadores no fueron escogidos por los líderes del mundo para viajar en una misión espacial peligrosa, perforar un asteroide del tamaño de Texas y volarlo en pedazos.
Se acerca a la Tierra el asteroide “2005 YU55”, pero no pone en peligro nuestra existencia y no necesitamos que nos salven porque no hay riesgo de que impacte nuestro planeta.
La cercanía del asteroide, no obstante, despierta preguntas sobre la probabilidad de que otra roca espacial sí llegue a la Tierra. Paul Chodas, astrónomo de la agencia espacial estadounidense NASA, habló con la Voz de América sobre el asteroide 2005 YU55 y otras rocas que él y otros científicos analizan.
“Este es el asteroide más grande (400 metros de ancho aproximadamente) que se ha acercado de esta manera a la Tierra en los últimos 30 años”, dijo Chodas con respecto a 2005 YU55.
“Es una oportunidad que todo científico, o por lo menos astrónomo, espera para analizar de cerca este fenómeno. Hemos creado naves de investigación porque usualmente están muy lejos y se nos hace más difícil determinar su superficie y composición".
Chodas, al igual que otros científicos, analiza más de 1.200 asteroides grandes que giran alrededor del Sol y miden más de 150 metros de ancho.
“Seguridad espacial”
En 1998, la NASA creó el programa “Objetos Cercanos a la Tierra” para analizar la trayectoria, velocidad, diámetro y distancia de las rocas espaciales mayores a 100 metros de tamaño.
Según la agencia espacial, los objetos más pequeños no causarían una devastación global si impactan en tierra, pero un impacto en agua podría causar maremotos constituyendo un importante riesgo a largo plazo.
“Estamos llevando a cabo una investigación para descubrir asteroides que aún no hemos encontrado. Existen millones de pequeños cerca de la tierra que no son un peligro, pero estimamos que hay que estar pendientes de 50 a 90 asteroides grandes”, señaló Chodas.
El científico explica que existen maneras para desviar un asteroide, en una hipotética situación de que uno se encamine hacia la Tierra, siempre y cuando lo descubran con tiempo suficiente.
“Se podría desviar la trayectoria golpeándolo con una nave, pero se necesitan 10 a 20 años de aviso” indicó Chodas, al afirmar que volarlo en pedazos no es una opción factible.
A su vez, Scott Fisher, director de la Fundación Nacional de Ciencia estadounidense, dijo que “este tipo de eventos han ocurrido casi desde la formación de la Tierra, cerca de 4,5 mil millones de años atras”.
Por el momento, la NASA realiza esfuerzos por mantener “la seguridad espacial” de la Tierra, pero no se descarta, en caso de ser necesario, buscar otras alternativas.