El dictador sirio Bashar al-Assad dijo este jueves que ha aceptado entregar su arsenal químico a la comunidad internacional en respuesta a la iniciativa rusa y no como consecuencia de las amenazas militares de Estados Unidos.
Al mismo tiempo, el régimen dijo que ha solicitado su incorporación a la Convención de Armas Químicas de Naciones Unidas, que prohibe la producción y el uso de armas de ese tipo. El secretario de la ONU, Ban Ki Moon confirmó que la solicitud fue recibida.
El plan de Assad sería pasar a formar parte de la Convención y luego entregar el arsenal.
“Siria está transfiriendo sus armas químicas al control internacional debido a Rusia”, había dicho Assad más temprano al canal estatal ruso de noticias Rossiya, añadiendo que “las amenazas de Estados Unidos no han influido” en su decisión.
Sus declaraciones coinciden con el inicio de las discusiones sobre la propuesta rusa entre el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y su contraparte rusa, Sergei Lavrov, en Ginebra, Suiza.
Armas a los rebeldes
También coinciden con un reporte del Washington Post en que se afirma que los rebeldes sirios han comenzado a recibir armas ligeras y otras municiones de parte de la Agencia Central de Inteligencia, y autos y otros equipos por parte del Departamento de Estado.
El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) dijo en respuesta a ese artículo que “en junio, el gobierno de Obama anunció que debido a la evidencia creíble de que el régimen de Assad había utilizado armas químicas en contra de la población siria, el Presidente autorizó la expansión de nuestra asistencia al Consejo Militar Supremo (SMC)”, el principal grupo de oposición al régimen.
El NSC asegura que la asistencia tiene el objetivo de “fortalecer la cohesión de la oposición, y la efectividad del SMC en el terreno y sus esfuerzos por defenderse en contra del régimen represivo que no muestra limitaciones ni disposición en su afán por matar civiles”.
Al mismo tiempo, el régimen dijo que ha solicitado su incorporación a la Convención de Armas Químicas de Naciones Unidas, que prohibe la producción y el uso de armas de ese tipo. El secretario de la ONU, Ban Ki Moon confirmó que la solicitud fue recibida.
El plan de Assad sería pasar a formar parte de la Convención y luego entregar el arsenal.
“Siria está transfiriendo sus armas químicas al control internacional debido a Rusia”, había dicho Assad más temprano al canal estatal ruso de noticias Rossiya, añadiendo que “las amenazas de Estados Unidos no han influido” en su decisión.
Sus declaraciones coinciden con el inicio de las discusiones sobre la propuesta rusa entre el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, y su contraparte rusa, Sergei Lavrov, en Ginebra, Suiza.
Armas a los rebeldes
También coinciden con un reporte del Washington Post en que se afirma que los rebeldes sirios han comenzado a recibir armas ligeras y otras municiones de parte de la Agencia Central de Inteligencia, y autos y otros equipos por parte del Departamento de Estado.
El Consejo de Seguridad Nacional (NSC) dijo en respuesta a ese artículo que “en junio, el gobierno de Obama anunció que debido a la evidencia creíble de que el régimen de Assad había utilizado armas químicas en contra de la población siria, el Presidente autorizó la expansión de nuestra asistencia al Consejo Militar Supremo (SMC)”, el principal grupo de oposición al régimen.
El NSC asegura que la asistencia tiene el objetivo de “fortalecer la cohesión de la oposición, y la efectividad del SMC en el terreno y sus esfuerzos por defenderse en contra del régimen represivo que no muestra limitaciones ni disposición en su afán por matar civiles”.