Científicos de los Reales Jardines Botánicos de Gran Bretaña, del Museo de Historia Natural de Londres, y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza investigaron conjuntamente la situación de 7.000 especies de los cinco grupos principales de plantas, una muestra representativa de las aproximadamente 40.000 plantas conocidas alrededor del mundo.
Los científicos recogieron una muestra de la vasta colección de plantas del Museo y los Jardines Botánicos y sondeó los datos digitalizados y las observaciones sobre el terreno de los investigadores que cooperan con el proyecto alrededor del mundo, incluyendo el Jardín Botánico de Missouri, en Estados Unidos.
El equipo no tenía suficiente información con 3.000 especies de plantas para realizar la evaluación de los peligros de extinción que las amenazan. Sin embargo, entre las 4.000 especies restantes los investigadores hallaron un 22 por ciento de las plantas como encontrarse en lugares con amenazas cercanas o en peligro de extinción.
Casi dos tercios de las plantas en peligro de extinción se encuentran en bosques húmedos tropicales, hábitats que suponen un peligro por sí mismos, de acuerdo con la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza Hilton-Taylor. En ella se dice que el porcentaje de especies en peligro podría ser incluso superior, ya que los científicos continúan descubriendo nuevas amenazas cada año.
“Dependemos de las plantas para muchos de nuestros recursos alimentarios, y como fuentes para los medicamentos, y no podemos permitir la pérdida de esa diversidad de plantas, ya que tendría un impacto masivo para todo el mundo y sus medios de vida”, explica la organización Hilton-Taylor, quien gestiona la ‘lista roja’ de las especies en peligro de extinción.
La organización determina que una especie se encuentra en peligro de extinción midiendo la amplitud de su gama y si la población conocida de esa planta parece estar creciendo o disminuyendo. Existen también evidencias de que la actividad humana amenaza la viabilidad de algunas especies.
“Están siendo sobre-empleadas por la gente, están siendo explotadas para propósitos médicos, están siendo comercializadas porque son bonitas y ornamentales”, critica Hilton-Taylor.
La organización añade que “las intervenciones para conservar deben entrar en vigor. Salvar esas plantas de su extinción sería realmente buenas noticias. En otros casos, algunas de esas especies han tenido una larga vida y pueden persistir bajo mínimos antes de caer en la extinción”.
La nueva ‘lista roja’ de las plantas es parte de un esfuerzo internacional para monitorizar y regular los intervalos de cambio de situación en el mundo de las plantas, hongos y animales, así como enfrentar el crecimiento de la población y el cambio climático. El resultado de la última evaluación se presentará a los líderes mundiales a finales de mes en la conferencia mundial sobre la biodiversidad de la ONU en Nagoya, Japón.