Dos empleadas que trabajaban con el estafador detenido, Bernard Madoff, fueron arrestadas bajo cargos de colaboración con el economista para engañar a inversionistas.
La traición de estas dos mujeres se habría realizado durante décadas por medio de inversiones ficticias y del llamado ardid Ponzi, de quien también ellas se habrían beneficiado.
Un grupo de agentes del FBI arrestaron a Joann Crupi en su casa en Westfield, Nueva Jersey, y a Annette Bongiorno, detenida en su casa de Florida.
Un tribunal federal de Manhattan dictaminó que Crupi, de 49 años y Bongiorno, de 62, "ejecutaron solamente en papel transacciones en las cuentas de clientes acaudalados, y eso consiguió tasas de retorno que habían sido predeterminadas por Madoff".
Bongiorno podría haber usado un programa diseñado para fechar transacciones retroactivamente y manipular los estados de cuenta.
Crupi fue acusada de crear documentación falsa para cubrir las actividades de Madoff en medio de revisiones por parte de la Comisión de Valores (SEC).
Los fiscales señalan que, a medida en que se desbarataba el ardid Ponzi, ella "se dio cuenta de que los pedidos de redención de inversiones por los clientes no tenían relación alguna con el dinero disponible, que para finales de 2008 era claramente insuficiente".
Los documentos confiscados mostraron que Bongiorno depositó $920.000 dólares en la cuenta de Madoff desde 1975 hasta 2008 y que retiró más de $14 millones de dólares en el mismo período, indica la imputación. Crupi recibió centenares de miles de dólares en ingresos "no registrados", añade.
Las dos mujeres "protegieron y perpetuaron el espejismo creado por Madoff, al tiempo que ponían dinero muy real en sus propios bolsillos", dijo el fiscal federal Preet Bharara en una declaración.
Madoff cumple una sentencia a 150 años de prisión tras admitir que había operado su fraude financiero durante al menos dos décadas.