La 77ª Asamblea General de la ONU llega a su fin

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, afirmó ante la Asamblea General de la ONU que su país ha pasado de ser “literalmente” el “más peligroso del mundo, a estar en camino a ser el país más seguro de América”.

Bukele, quien ha sido criticado en El Salvador y en el exterior por sus políticas en la lucha contra las pandillas, abogó en su discurso por el derecho de su nación a decidir su propio destino.

El Salvador mantiene hace cinco meses un régimen de excepción para luchar contra las pandillas o maras, a las que el gobierno responsabiliza de la mayoría de los crímenes que se comenten en el país. La semana pasada, el gobierno de Bukele extendió por quinta vez el régimen de excepción, que limita los derechos de los detenidos, según han señalado defensores de derechos humanos, que señalan deteciones arbitrarias y sin el debido proceso. Unas 50.000 personas han sido encarceladas durante el estado de excepción.

“Cualquiera que vaya a El Salvador encontrará las mejores playas para surfear del mundo, volcanes por todas partes, un café increíble, podrá caminar con paz y tranquilidad por cualquier rincón de nuestro país y especialmente, encontrará un pueblo unido luchando por su libertad”, dijo Bukele.

También dijo en su breve intervención que hace tres años estuvo en ese mismo podio de la ONU y había dicho que “este formato ya era obsoleto”.

“Ahora, tres años después, lo es aún más, pero tal vez aún sirva de algo (…) para que este representante de este pequeño país, el más pequeño del continente americano, humildemente les recuerde que estás Naciones Unidas no se crearon para dividir, para destruir o para someter, sino para relacionarnos, para trabajar juntos, para construir una mejor comunidad de países y para buscar soluciones a los problemas del mundo”.

El presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, llamó el martes en su discurso ante la ONU a las naciones de Centroamérica y del Sur a enrolarse en un proyecto regional para detener la emigración irregular.

También abordó el tema de debate sugerido por el secretario general, Antonio Guterres, de buscar un esfuerzo por la paz mundial.

“El proceso migratorio irregular es un fenómeno multicausal. Las personas emigran en busca de mejores oportunidades y mejores servicios. El factor económico y los efectos del cambio climático son algunas de las principales casusas”, dijo el mandatario, quien resaltó los esfuerzos de su gobierno por enfrentar las motivaciones del fenómeno migratorio.

Giammattei hizo un llamado a los gobiernos del área que constituyen lugares de tránsito o destino, a trabajar juntos en un enfoque para tratar el tema migratorio.

El presidente argentino, Alberto Fernández, agradeció la “solidaridad” de la comunidad internacional con su país tras el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández.

Dijo que el intento de asesinar a la vicepresidenta no solo afectó la tranquilidad pública. También buscó alterar una virtuosa
construcción colectiva que el año entrante cumplirá cuatro décadas de vida.

"Quienes buscan debilitar y erosionar las democracias, tienen intereses específicos que los lleva a promover la polarización
extrema. No aceptemos resignados esa situación. Generemos un enérgico rechazo global a quienes promueven la división en
nuestras comunidades", dijo el presidente.

También se refirió a la pandemia del COVID-19, que aseguró dejó en evidencia la inequidad de los sistemas de respuesta. “¿Es justo que la fortuna de solo 10 hombres representen más que los ingresos del 40 % de la población mundial? ¿Es ético que la pandemia se haya cobrado cuatro veces más vidas en los países más pobres que en los ricos?”, dijo Fernández.

“No denunciar este modelo de acumulación que concentra el ingreso en pocos mientras millones quedan sumergidos en la pobreza, puede volvernos cómplices en la consolidación de tanta desigualdad”, agregó.

Fernández abordó además los problemas de la deuda externa de Argentina y afirmó que “debemos garantizar un sistema de comercio internacional más justo y más transparente”.

El cambio climático y cuestionamientos a la política antidrogas estadounidense fueron abordados por los mandatarios latinoamericanos al arrancar la Asamblea General de la ONU.

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En medio de una difícil situación internacional, el presidente de Perú, Pedro Castillo, centró su discurso del martes ante la Asamblea General de la ONU en hacer un llamado a la comunidad internacional en favor de la preservación de la paz mundial.

“No existen intervenciones buenas y malas”, dijo Castillo al denunciar de manera directa la invasión de Rusia a Ucrania el pasado 24 de febrero. El mandatario dijo que su gobierno está enfocado públicamente en la defensa del principio de no agresión y extendió el mensaje al gobierno de Israel a que respete la autodeterminación del pueblo de Palestina, al tiempo que anunció la próxima apertura de una legación diplomática allí.

Después, Castillo giró su discurso hacia la ética de la no intervención y defendió el derecho del Sahara Occidental, así como el de Argentina a su territorio en las Islas Malvinas.

“América Latina [tiene] una tradición democrática y al mismo tiempo representa los índices de mayor desigualdad social, pero los pueblos latinoamericanos siguen transitando por la fuerza histórica de la justicia de su casusa, por la búsqueda de sociedades más justas, más igualitarias, con mayor cohesión social”, afirmó.