Columbine, Blacksburg, la escuela Amish en Pennsylvania, el tiroteo en los cines de Colorado, el atentado a la congresista Gabrielle Giffords en Arizona y la matanza del 14 de diciembre de 2012 en una escuela primaria en Newtown, Connecticut, son algunos de las casos más mencionados cuando se habla de la violencia con armas de fuego en Estados Unidos.
Pero juntos no representan ni una tercera parte de las víctimas totales al año a consecuencia de las balas.
La mayoría de los homicidios en los que se usan armas de fuego cobra sólo una víctima y no suele recibir atención alguna de la prensa, pero suman unas 31,755 personas al año, según los datos más recientes del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades.
Según los datos de este organismo de gobierno, un promedio de 87 personas mueren todos los días tanto en las ciudades más grandes como en los pueblos más pequeños de EE.UU. víctimas de impactos de bala.
El informe indica que una treintena de éstos corresponde a homicidios. Más de 50 personas usan las armas de fuego para suicidarse. Y otras perecen al recibir tiros en forma accidental, durante operaciones policiales o en otras circunstancias.
El gobierno del presidente Barack Obama busca endurecer las medidas para los compradores de armas, aunque ha enfrentado fuerte oposición en el Congreso.
“Una vergüenza para nosotros mismos”, dijo Obama el pasado fin de semana ante la negativa de aumentar las restricciones a las armas de fuego, en un país cuyos ciudadanos poseen más de 300 millones de estas armas.
Pero juntos no representan ni una tercera parte de las víctimas totales al año a consecuencia de las balas.
La mayoría de los homicidios en los que se usan armas de fuego cobra sólo una víctima y no suele recibir atención alguna de la prensa, pero suman unas 31,755 personas al año, según los datos más recientes del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades.
Según los datos de este organismo de gobierno, un promedio de 87 personas mueren todos los días tanto en las ciudades más grandes como en los pueblos más pequeños de EE.UU. víctimas de impactos de bala.
El informe indica que una treintena de éstos corresponde a homicidios. Más de 50 personas usan las armas de fuego para suicidarse. Y otras perecen al recibir tiros en forma accidental, durante operaciones policiales o en otras circunstancias.
El gobierno del presidente Barack Obama busca endurecer las medidas para los compradores de armas, aunque ha enfrentado fuerte oposición en el Congreso.
“Una vergüenza para nosotros mismos”, dijo Obama el pasado fin de semana ante la negativa de aumentar las restricciones a las armas de fuego, en un país cuyos ciudadanos poseen más de 300 millones de estas armas.