El Tribunal Federal de Justicia Nº 5 de Argentina, dictó una sentencia histórica sobre un total de 18 represores acusados de crímenes de lesa humanidad en la Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada -ESMA-, uno de los centros clandestinos más emblemáticos de la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1983.
“Condenando a Alfredo Ignacio Astiz a cadena perpetua por considerarlo coautor penalmente responsable” fue leído en el fallo judicial.
Entre los militares sometidos a juicio, 12 fueron sentenciados a cadena perpetua entre quienes se encuentran figuras emblemáticas de la represión como Alfredo Astiz alias “el Ángel de la Muerte”, Jorge “el Tigre” Acosta, Miguel Caballo y Adolfo Donda Tigel.
Otros 4 fueron condenados a penas de entre 25 y 18 años de cárcel y dos fueron absueltos, pero no puestos en libertad ya que aún están enjuiciados en otros casos por violaciones a los derechos humanos.
Todos fueron acusados por su participación en el secuestro, tortura y desaparición de 86 personas en la ESMA.
Pasaron 37 años y 22 meses de juicio, 100 testigos y 80 sobrevivientes, pero la justicia llegó, aclara Tati Almeyda, integrantes de las Madres de Plaza de Mayo. “No pensábamos por razones de edad que íbamos a poder compartir este logro maravilloso. Vemos acá la justicia, justicia legal, jamás justicia por mano propia y es lo que vamos a seguir exigiendo, pero todavía falta”.
Entre las 3.000 personas detenidas y desaparecidas estaban las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Domon, la fundadora de la asociación Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, y el escritor y periodista Rodolfo Walsh, denunciante de los crímenes de la dictadura, recuerda la sobreviviente, Mabel Careaga.
“Los desaparecidos, los que quisieron hacer desaparecer de la vida, de la historia, de todo, están más presentes que antes, y nosotros como sobrevivientes, como militantes políticos que fuimos, hemos cumplido el mandato con nuestros compañeros y hemos logrado que la verdad, la justicia, la memoria siga porque tiene que ver con el presente, no solo con el pasado”, dice Careaga.
Astiz ya fue condenado a prisión perpetua por la justicia de Francia e Italia y es solicitado por los tribunales de Suecia, España y Alemania por delitos de lesa humanidad.