Argentina es el segundo mercado más grande para la venta de cocaína en América del Sur y Brasil se ha convertido en el principal consumidor. Además, Argentina junto a Chile, Paraguay y Uruguay sigue siendo un país de tránsito para las drogas que vienen de otras partes de Latinoamérica con destino a Europa y los EEUU. Así lo asegura, un informe sobre “Estrategia para el Control Internacional de Narcóticos”, un documento que publica el Departamento de Estado cada año.
La DEA calcula que solo en el año 2010 pasaron por Argentina unas 70 toneladas de cocaína destinadas a Europa.
Según los especialistas, la lucha contra el narcotráfico impulsada por los Gobiernos de México y Colombia, la incapacidad del Gobierno de Bolivia para interceptar contrabando y la frontera Argentina sin radares “facilitan” el movimiento de los narcos por aire, tierra o agua.
Claudio Izaguirre, Presidente de la Asociación Antidrogas Argentina, asegura que en el país ya existen carteles instalados y en expansión por las complicidades políticas, policiales y de la justicia.
“La situación en la Argentina es muy complicada porque ha recibido grupos migratorios de narcotraficantes de distintos sectores de América. Y estos grupos han ingresado para quedarse. Aquí tenemos de los últimos 5 años a esta parte una importante producción de cocaína. Cocaína que es exportada al continente europeo y que es muy buscada por la pureza que tiene la mercadería fabricada en la Argentina. Los grupos que han venido son: los de Sendero Luminoso Peruano, ya instalados y comercializando no solo cocaína, sino “paco” - lo que se conoce en otras partes del mundo con Crack-, también bandas Colombianas y Mexicanas. Por eso Argentina ya es un país consumidos productor, consumidor y exportador de droga. Pero Argentina todavía no tiene grupos armados, aunque los narcotraficantes tienen sus armas aquí. No son perseguidos por las fuerzas de seguridad, ni por los estrados judiciales”.
El Juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, uno de los defensores de la despenalización del consumo personal de la marihuana, remarca que se debe seguir a los que venden y no a las víctimas.
“Lo que hay que combatir es el tráfico y fundamentalmente la entrada del “paco”, cambia el panorama, hay que erradicar directamente el tráfico de “paco”, y no podemos estar perdiendo tiempo en hacer expedientes que se prescriben y que no tienen eficacia. Lo que se debe hacer, como en otras partes del mundo, es no penalizar al consumidor, en última instancia sería la víctima”
La droga de más consumo en Argentina sigue siendo la marihuana procedente de Paraguay, aunque el consumo de cocaína y sus derivados como “el paco” han aumentado y golpeado a la juventud e incrementado los delitos confirma Ana María González, miembro de la Asociación Madres contra el Paco.
“Estoy a favor que se penalice con la pena máxima a estos delincuentes que matan a nuestros hijos, es una batalla dura; pero no voy a bajar los brazos. No se si soy una mujer ejemplo. Pero a mí me lleva días y días de llanto desesperante. Yo ya viví como un hijo se te va de las manos y ahora se me está yendo otro. Yo a la Presidenta de la Nación, le hablo como mamá, que haga algo, no puede ser que los chicos se mueran, se ahorquen, se quiten la vida, que hay una sociedad que está muriendo día a día.”
Argentina es un país vulnerable y desprotegido frente al narcotráfico ya que el ex Presidente Néstor Kirchner y la ex Ministra de Defensa –actual Ministra de Seguridad- Nilda Garré firmaron en el año 2004 un decreto para instalar 69 radares con un costo inicial de 165 millones de dólares para proteger toda la frontera.
Hoy, apenas 13 radares protegen solo el 11 % del territorio, mientras los informes de distintas agencias de inteligencia señalan que Argentina juega “un papel central” en el Cono Sur, donde las provincias como Jujuy, Salta, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes y Santiago del Estero se estima que existen más de 1.500 pistas de avión clandestinas.