Durante tres horas y media y no aceptando preguntas, a pesar de la grave acusación por corrupción en la obra pública durante su gobierno, la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se defendió el lunes y declaró en los tribunales federales de Buenos Aires.
A nueve días de asumir la vicepresidencia de la nación, Fernández acusó a los jueces y al gobierno actual de montar y acompañar una persecución política.
"Había que condenar a un gobierno, el de Néstor Kirchner, que desendeudó al país. Había que convencer que era un chorro y que vino solamente a la presidencia de la República a robar y saquear al país. Por eso, estoy sentada acá. Seguramente este tribunal, que es un tribunal del 'Law fare', un tribunal que seguramente ya tiene la condena escrita, no me interesa... he elegido, la historia, a mí me absolvió la historia y me va a absolver la historia. Pero a ustedes, seguramente, los va a condenar la historia".
En tanto, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, denunció que hay un plan para juzgar a los líderes latinoamericanos.
"La 'Law fare' no sólo se aplica en Argentina, sino en todo el continente americano. Lo vemos con Lula, con Rafael Correa, en Honduras, en Paraguay.... que son los golpes de Estado encubiertos".
Sin embargo, la legisladora Silvina Martínez, una de las denunciantes en el juicio que se le sigue a Cristina Fernández de Kirchner, señaló que más allá de las especulaciones, el dinero no aparece.
"Dónde está la plata que se robaron, de cuánta cifra o monto estamos hablando, y efectivamente dónde están esos millones, porque nosotros llegamos a la cuenta que son unos 2.000 millones de dólares", indicó Martínez.