El buque escuela de la Armada estuvo retenido 77 días en un puerto de Ghana por una demanda de acreedores que pretendían embargar la embarcación ícono de los argentinos.
La presidenta Cristina Fernández encabezó un acto para recibir el navío. Miles de simpatizantes de Fernández viajaron a la ciudad costera para apoyar a la dirigente peronista en un acto convocado como un festejo pero con fuerte significado político.
El gobierno logró el 15 de diciembre que el Tribunal Internacional del Derecho del Mar fallara a favor de la liberación del buque, embargado en Ghana a raíz de la demanda de inversores internacionales que exigían el pago de 370 millones de dólares por bonos de la deuda en cese de pagos desde fines de 2001.
La mayoría de los miembros de la oposición no acudió a Mar del Plata para recibir al buque escuela por considerar que la presidenta lidera un "acto partidario". Los críticos al gobierno cuestionaron que las autoridades no previeran que el buque podía ser objeto de un embargo por las demandas de bonistas litigantes en las aguas de Ghana y de otros países donde en octubre realizaba su viaje de instrucción.
"La Argentina no acepta extorsiones y los fondos buitre deben entender que nuestro gobierno toma sus propias decisiones independientemente de los grupos de presión externos e internos", dijo un comunicado de la Corriente Nacional de la Militancia.
Fernández sostiene que la fragata es un símbolo de soberanía y su regreso supone una victoria para el país.
La mandataria se negó a pagar lo que le exigían los litigantes a los que denomina "fondos buitre" por considerar que compraron bonos a un precio de ganga durante la crisis de 2001 y 2002, posteriormente no aceptaron ingresar en sendos canjes de deuda realizados por el país en 2005 y 2010 --con importantes descuentos de capital y aceptados por 93% de los bonistas-- y que ahora pretenden cobrar la totalidad del valor de los títulos.
El buque permaneció durante un tiempo en Ghana con menos personal del habitual debido a que gran parte de los marinos fueron repatriados en avión por orden de la mandataria.
Es tal la situación del gobierno argentino, que la presidenta inicia una gira internacional en un avión alquilado en prevención de un embargo al avión oficial Tango 1.
La presidenta Cristina Fernández encabezó un acto para recibir el navío. Miles de simpatizantes de Fernández viajaron a la ciudad costera para apoyar a la dirigente peronista en un acto convocado como un festejo pero con fuerte significado político.
El gobierno logró el 15 de diciembre que el Tribunal Internacional del Derecho del Mar fallara a favor de la liberación del buque, embargado en Ghana a raíz de la demanda de inversores internacionales que exigían el pago de 370 millones de dólares por bonos de la deuda en cese de pagos desde fines de 2001.
La mayoría de los miembros de la oposición no acudió a Mar del Plata para recibir al buque escuela por considerar que la presidenta lidera un "acto partidario". Los críticos al gobierno cuestionaron que las autoridades no previeran que el buque podía ser objeto de un embargo por las demandas de bonistas litigantes en las aguas de Ghana y de otros países donde en octubre realizaba su viaje de instrucción.
"La Argentina no acepta extorsiones y los fondos buitre deben entender que nuestro gobierno toma sus propias decisiones independientemente de los grupos de presión externos e internos", dijo un comunicado de la Corriente Nacional de la Militancia.
Fernández sostiene que la fragata es un símbolo de soberanía y su regreso supone una victoria para el país.
La mandataria se negó a pagar lo que le exigían los litigantes a los que denomina "fondos buitre" por considerar que compraron bonos a un precio de ganga durante la crisis de 2001 y 2002, posteriormente no aceptaron ingresar en sendos canjes de deuda realizados por el país en 2005 y 2010 --con importantes descuentos de capital y aceptados por 93% de los bonistas-- y que ahora pretenden cobrar la totalidad del valor de los títulos.
El buque permaneció durante un tiempo en Ghana con menos personal del habitual debido a que gran parte de los marinos fueron repatriados en avión por orden de la mandataria.
Es tal la situación del gobierno argentino, que la presidenta inicia una gira internacional en un avión alquilado en prevención de un embargo al avión oficial Tango 1.