Los candidatos a la presidencia de Argentina cerraron el miércoles sus campañas electorales con fuertes discursos, en un último esfuerzo por atraerse a los votantes en medio de una fuerte crisis económica y una polarización política que pudieran generar un giro inesperado para el país.
Después de 20 años de gobiernos peronistas de centroizquierda, con un período intermedio de administración conservadora, Argentina podría iniciar un nuevo ciclo político si el candidato ultraderechista Javier Milei, favorito en las encuestas, se impone en las elecciones generales del próximo domingo.
En un difícil entorno principalmente propiciado por una inflación del 138 %, las reservas de moneda extranjera en rojo, el peso por el suelo y la amenaza de una recesión, la economía es la principal preocupación de los votantes.
Milei, un economista que propone cambios drásticos como abandonar el peso y adoptar el dólar, además de otras medidas ultraconservadoras, se enfrenta a candidatos más moderados, como el actual ministro de economía Sergio Massa y la también conservadora Patricia Bullrich.
"Es una economía que se encuentra en cuidados intensivos”, dijo a Reuters Miguel Kiguel, un ex subsecretario en el Ministerio de Economía en la década de 1990. “El principal desafío es sacar a Argentina del estancamiento, pero para hacerlo primero hay que reducir la inflación”.
En el cierre de su campaña, Milei dijo: “Que quede claro, que nuestro modelo es el de la libertad. Desarrollemos el mantra del liberalismo del respeto irrestricto del prójimo, del derecho a la vida, a la propiedad y a la libertad. Por lo tanto, no dejemos que nos arrebaten la libertad. Vayamos y luchemos por una Argentina próspera”.
Massa, el candidato del oficialismo, que lucha por la presidencia desde una posición de desventaja por encarnar todos los problemas que enfrenta el gobierno del presidente Alberto González, apeló por otra oportunidad para el peronismo.
“Quiero pedirles un último esfuerzo en defensa de los más débiles. El Estado puede ser el puente para la igualdad de oportunidades. Que cada uno haga un esfuerzo, para pedirle a cada uno que no volvamos atrás. Yo sé que faltan logros, pero vamos por una Argentina del trabajo, del amor, de la solidaridad. No vayamos para atrás con el ajuste, la devaluación, la especulación, la violencia o el odio”, dijo en su discurso del miércoles.
Bullrich, quien también propone cambios profundos y una lucha contra la corrupción, y que chocó con Milei en los debates, insistió en la validez de su plataforma.
“Nos duele que nuestros hijos y nuestros nietos piensen que la única salida es volver a la tierra de sus abuelos o bisabuelos. Por eso, en esta Argentina del miedo, del dolor, venimos a plantearles que no vamos a dejarnos amputarnos el futuro nunca más”.
En los comicios también se renovarán 24 bancas del Senado y 130 de diputados nacionales y se elegirán varios alcaldes y gobernadores, entre ellos el de la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país.
Pero la gran pregunta de los ciudadanos es saber si el próximo domingo habrá un presidente que gane en primera vuelta o habrá que celebrar un ballotage en noviembre si alguno de los candidatos no supera el 35 % de los votos.
[Con información de Juan Ignacio González Prieto colaborador de VOA en Buenos Aires, The Associaed Press y Reuters]Ar
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