Twitter suspendió al menos 58 millones de cuentas de usuarios en los últimos tres meses de 2017, según los datos obtenidos por The Associated Press. La cifra resalta la postura agresiva de la compañía contra las cuentas maliciosas o sospechosas a raíz de los esfuerzos de desinformación rusos durante la campaña presidencial 2016 en Estados Unidos.
La semana pasada, Twitter confirmó un informe del diario The Washington Post según el cual la plataforma había suspendido 70 millones de cuentas en mayo y junio. La gran cantidad de suspensiones plantea dudas sobre si la medida podría afectar el crecimiento de usuarios de Twitter y si la empresa debería haber advertido a los inversores. La compañía no ha logrado un crecimiento tan alto en cuanto a número de usuarios como Instagram y Facebook.
La nueva cifra arroja luz sobre el intento de Twitter de mejorar la "calidad de la información" en su servicio, su término para contrarrestar cuentas falsas, desinformación y otros problemas. Tal actividad fue desenfrenada en Twitter y otras redes sociales durante la campaña de 2016, gran parte de ello se originó con la Agencia de Investigación de Internet, una "granja de trolls" rusa implicada en los esfuerzos de interrupción de las elecciones por el abogado especial de EE.UU. y las investigaciones del Congreso.
Twitter tiene 336 millones de usuarios activos mensuales, que define como cuentas que han iniciado sesión al menos una vez durante los 30 días anteriores. Las suspensiones no parecen haber hecho una gran mella en este número. Twitter sostiene que la mayoría de las cuentas suspendidas habían estado inactivas durante al menos un mes y, por lo tanto, no se incluyeron en sus números de usuarios activos.
Tras el informe de Post, que provocó una fuerte caída de las acciones de Twitter, el director financiero Ned Segal llevó a Twitter para asegurar a los inversores que este número no contaba en las métricas de usuarios de la empresa.
El otoño pasado,Twitter prometió tomar medidas enérgicas contra el discurso de odio y el acoso sexual, y el gerente general Jack Dorsey se hizo eco de las preocupaciones de los críticos que dijeron que la compañía no había hecho lo suficiente para frenar ese abuso.