Tras semanas de polémicas y quejas airadas, Cuba decidió suavizar una nueva ley que creaba un cuerpo de inspectores de arte capaces de cerrar cualquier exhibición o actuación que fuera considerada violatoria de los valores socialistas del país.
En entrevista exclusiva con The Associated Press, el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, explicó los cambios a las nuevas regulaciones que entrarán en vigor el viernes y que artistas han catalogado como medidas de censura y que ponen freno a la creación artística.
"No hubo una explicación previa de la intención de la normativa y es una de las causas de la polémica que se ha despertado (...) no se explicó cuáles eran las bases de este decreto, de este ejercicio normativo", dijo Rojas, quien lidera el grupo de trabajo que realizó por lo menos una treintena de reuniones con centenares de artistas luego de que se desataron los debates.
El decreto 349 de Contravenciones en Materia de Política Cultural fue firmado por el presidente Miguel Díaz-Canel en abril, a pocos días de tomar posesión, con la intención de regular contenidos pornográficos, sexistas o discriminatorios en las exhibiciones en cualquier género artístico como la plástica, la música o el teatro, entre otros.
Pero al mismo tiempo buscaba evitar el uso de los símbolos patrios o cualquier otro elemento que contravenga las regulaciones de la sociedad, dando lugar a un resquicio legal en el que los artistas vieron el interés del gobierno en controlar el contenido de sus obras, sobre todo las de los creadores más críticos.
El decreto reflotaba la figura del inspector -mencionada en una norma de 1997- y le atribuía la facultad de cancelar funciones o retirar las licencias necesarias para operar espacios privados como bares y centros nocturnos abiertos gracias a una serie de reformas promovidas por el expresidente Raúl Castro.
"Hay que intentar cambiarlo"
Desde septiembre grupos de intelectuales se reunieron con funcionarios del sector cultural y expresaron sus molestias. Hasta la Unión Europea debatió el tema con las autoridades cubanas durante un diálogo político en octubre.
"Todos hablan de eso. El decreto no ha pasado desapercibido", dijo a AP Marco Antonio Castillo, exintegrante de Los Carpinteros -un dúo de artistas plásticos reconocido a nivel mundial-. "¿Quiero estar o crecer en un ambiente intelectual con estas reglas nuevas, quiero que mis hijos vivan con estas reglas? Y la respuesta es no y hay que intentar cambiarlo".
Castillo, -que como otros artistas cree que es positivo que se regule la vulgaridad, el ruido o el pago de impuestos-, sospecha que las intenciones son influir en los contenidos de la producción artística.
"No se puede decir que esta ley no es para controlar los contenidos del arte", reflexionó Castillo. "Al estar regulando el canal (de exhibición o difusión), estás regulando el arte".
La agencia Reuters reportó esta semana que creadores cubanos, entre ellos la artista cubana Tania Bruguera, fueron detenidos en La Habana después de intentar realizar una protesta contra un nuevo decreto. Ellos, como otros artistas de la isla, temen que la regla afecte la creatividad e incremente la censura de la cultura cubana.
"Siento que no puedo hacer otra cosa que solidarizarme (...) Yo estoy por el diálogo lo dejo muy claro!! Pero me imagino que estarán contentos los segurosos (oficiales de la Seguridad del Estado) tergiversando todo y diciendo que somos extremistas y usando este momento para dividir a los artistas", excribió Bruguera en su cuenta en Facebook.
No es la primera vez que la artista del performance y activista de derechos humanos es arrestada en Cuba. Acciones plásticas en el pasado la llevaron a la cárcel por varios días, incluso en una ocasión le retuvieron el pasaporte para que no saliera del país. Luego le fue devuelto.
Lea: Cuba: Liberan a Tania Bruguera.
Campañas para derogar la ley
Aunque las autoridades admiten las deficiencias del decreto -y por eso buscan atemperarlo-, explican que el espíritu de la norma tiene una intención organizadora de un universo cada vez más diverso y que fue multiplicándose al calor de las nuevas formas de expresión y plataformas en Cuba.
El decreto no obstante ha sido blanco de varias manifestaciones de intelectuales que realizaron performances, subieron videos a las redes sociales y acusaron al gobierno de ejercer la censura.
"Estamos haciendo una campaña para la derogación de esa ley", comentó Michel Matos, un promotor de eventos que junto a una veintena de artistas representó la reacción más dura al decreto 349.
"Es inaceptable cualquier tipo de regulación de circulación de contenido, esto es facistoide (...) tiene un montón de subterfugios que están dirigidos al control ciudadano, cultural, ideológico y para nosotros es inaceptable".
Según el viceministro además de las quejas y preocupaciones "honestas" de decenas de artistas, en las últimas semanas se desarrolló una suerte de "ejercicio manipulador" de personas apoyadas desde el exterior mediática y materialmente para dañar el proceso revolucionario.
"Para esos grupos más interesados en dañar al país que discutir seriamente, el 349 es un pretexto para un planteamiento más agresivo contra el orden institucional en Cuba", dijo Rojas.
Sandor Pérez, un rapero de 35 años que acompañó a Matos en sus protestas, negó a AP haber recibido algún tipo de financiamiento para manifestarse contra el 349.
La regulación debería estar lista para los próximos días, explicó Rojas, y "empieza diciendo tajantemente que la creación artística no es objeto de su aplicación" sino que se refiere a la forma en que se coordinan o presentan los espectáculos o exhibiciones y si se cuentan con los permisos.
Además se "acota el ámbito" del inspector de forma tal que no sea el responsable del cierre de una presentación en una institución del Estado o particular, al tiempo que se excluye cualquier ámbito privado sea el estudio de un artista o una sala de grabación.
El funcionario explicó que en los próximos días los artistas volverán a ser convocados para discutir las nuevas normas complementarias a fin de evitar las polémicas y confusiones que generó el decreto, indicó el viceministro.
"Nosotros aplicaríamos el decreto en situaciones muy claras. Tendríamos especial cuidado en la aplicación de la norma (complementaria)", aseguró Rojas. "Hay que utilizar para el provecho de la cultura todas las inquietudes que se han planteado".