El volumen de migrantes salvadoreños que llegan a la frontera sur de Estados Unidos podría multiplicarse tras el anuncio de la eliminación del Título 42, una medida que impedía la aceptación de solicitantes de asilo por la pandemia de COVID-19, y una demanda de mano de obra en el país del norte, afirman observadores.
El director ejecutivo del Instituto Salvadoreño del Migrante, INSAMI, César Ríos, dice que para enfrentar la situación y avanzar en una reducción de los flujos migratorios es necesario articular acciones con el gobierno de Estados Unidos.
“No es de atenderlo de manera bilateral con los países, es un problema regional y por lo tanto Estados Unidos lo que tiene que provocar es que en el Triángulo Norte, que es de donde salen, se reúnan, elaboren propuestas”.
Según un informe de la Agencia Federal de Aduanas y Protección de la Fronteras de Estados Unidos, en marzo fueron detenidos 8.387 salvadoreños tratando de entrar irregularmente al país, un aumento en relación con los 7.146 detenidos en febrero de 2021.
La canciller salvadoreña, Alexandra Hill, se refirió al tema destacando el compromiso de su gobierno para atender los problemas estructurales que originan la migración irregular.
“Causas tanto de seguridad, como de oportunidades económicas y productivas para nuestros salvadoreños más vulnerables”, declaró Hill.
Las organizaciones que trabajan con los migrantes dicen también que El Salvador deberá fortalecer los programas de atención a los retornados desde Estados Unidos y México.
Según los registros oficiales, en lo que va de año se ha registrado un aumento del 209 por ciento de las deportaciones desde el norte en comparación con el mismo período de 2021.
El problema de la migración regular hacia Estados Unidos fue discutida el martes y el miércoles en una Conferencia Ministerial sobre Migración y Protección, celebrada en Ciudad de Panamá, en la que participó el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
El encuentro fue organizado para buscar mecanismos que ayuden a reducir la migración irregular hacia EEUU y funcionó también como un marco de trabajo para la Cumbre de las Américas que se celebrará en Los Ángeles, California, del 6 al 10 de junio.
Entre otras cosas, Blinken dijo que parte del compromiso asumido durante el encuentro fue “apoyar a los países que acogen migrantes y establecer rutas seguras de migración”.
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