En medio de la incertidumbre de lo que pasará con la relaciones entre Estados Unidos y Cuba cuando entre en funciones el presidente electo Donald Trump, la actual administración celebra los logros y reconoce que todavía mantienen retos y diferencias entre ambos gobiernos.
Este sábado 17 de diciembre se cumplen dos años de la normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba después de más de 50 años de mantener aislada a la isla.
De esta manera se puso punto final a una política de la era de la Guerra Fría, que según la Casa Blanca falló al no mejorar ni la vida del pueblo cubano ni las relaciones de Estados Unidos con el hemisferio.
Según el asesor de seguridad nacional del presidente Barack Obama, Ben Rhodes, en este tiempo se han producido progresos significativos como el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en ambos países, así como la expansión de oportunidades comerciales y de viaje, el lanzamiento de iniciativas para ayudar al pueblo cubano, entre otros logros, pero aún falta mucho por hacer.
EE.UU. ha apoyado un aumento de relaciones y conexión entre los estadounidenses y los cubanos lo que permite desarrollar nuevas ideas y nueva energía a los cubanos.
Se ha producido un aumento de 75% de viajes de estadounidenses a la isla desde 2014 en que se anunció la apertura y ya existen de acuerdos para que líneas aéreas comerciales puedan volar desde EE.UU. hacia la isla.
Lo mismo con los cruceros. De acuerdo al gobierno cubano más de medio millón de estadounidenses han visitado la isla y algo muy importante, de ellos 300 mil son cubanos americanos.
Hasta el momento se han concretado varios acuerdos comerciales, luego de rondas de negociaciones e incluso 80 miembros del Congreso han visitado la isla.
Hay aumentado el envío de remesas y el acceso a internet está mejorando aunque todavía sigue siendo muy limitado.
A pesar de la oposición dentro del Congreso que se niega a levantar totalmente el embargo económico las esperanzas sobre el futuro de las relaciones se mantienen vigentes.
En cuanto al futuro de las relaciones entre EE.UU. y Cuba, Ben Rhodes se muestra optimista porque si bien el presidente electo Donald Trump ha expresado su rechazo y anunció que daría marcha atrás a la política de apertura iniciada por el presidente Barack Obama, todavía no hay nada dicho.
“Pienso que existe incertidumbre. El pueblo cubano quiere ver cuál será el acercamiento del nuevo gobierno. Mi consejo es que debemos esperar y ver. Ver a quiénes nomina para los puestos claves y que política pondrá en marcha una vez que todo su equipo esté en funciones”, expresó Rhodes.