Este sábado 1 de diciembre fue la toma de posesión del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en el congreso del país y de la mano del saliente Enrique Peña Nieto.
Ante todos lo poderes públicos y a la vista de invitados internacionales, como el vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, el presidente de Colombia Iván Duque, o el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel, AMLO prometió: “Guardar y hacer guardar la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de la presidente de la República”.
En su primer discurso como presidente, AMLO abarcó temas económicos, políticos e hizo una recapitulación de sus promesas de campaña. Afirmó que con esta toma de posesión, “iniciamos hoy la carta transformación política de México”.
“Hoy comienza un cambio de régimen político. A partir de hora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada. Pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción e impunidad que impiden el renacimiento de México”, afirmó el presidente mexicano.
En el tema económico, aseguró que la economía mexicana solo creció en 2% durante el actual modelo económico, el que calificó como neoliberal y que data desde 1983, e indicó que por ello “y por la tremenda concentración del ingreso en pocas manos se ha empobrecido a la mayoría de la población hasta llevarla a buscarse la vida en la informalidad, a emigrar masivamente del territorio nacional, o a tomar el camino de las conductas antisociales”.Afirmó que “queremos convertir la honestidad y la fraternidad en forma de vida y de gobierno” y agregó “que la crisis de México no solo por el fracaso del modelo económico neoliberal aplicado en los últimos 36 años. Si no también en el predomino de este periodo de la más inmunda corrupción pública y privada”.
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“El distintivo del neoliberalismo es la corrupción. Suena fuerte, pero privatización ha sido en México, sinónimo de corrupción”, agregó el mandatario.
Aseguró que con su fórmula que con su fórmula de “austeridad republicana” no va hacer necesario aumentar los impuestos, los combustibles o continuar adquiriendo más deuda.
“No gastaremos más de lo que ingrese a la hacienda pública. Se respetarán los contratos de los gobiernos anteriores. Pero ya no habrá más corrupción ni influyentismo en negociaciones en empresas particulares”, agregó.
En la parte política aseguró que su norte será la erradicación de la corrupción, pública o privada, pero que no se dedicará a perseguir a funcionarios o ciudadanos que pudieran haber caído en este flagelo. Además, ratificó que solicitará que la corrupción sea considerado por la ley como un delito grave.
“Si me piden que exprese en una sola frase el plan del nuevo gobierno, respondo: acabar con la corrupción y con la impunidad. Pero al contrario de lo que pudiera suponerse, esta nueva etapa la vamos a iniciar sin perseguir a nadie, porque no apostamos al circo y a la simulación. Queremos regenerar, de verdad, la vida pública de México”.
Entre las promesas como nuevo gobierno, señaló que creará una comisión de la verdad para atender el caso de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, que habrá separación del poder económico del poder político y que bajo su mandato, las personas más desfavorecidas serán la prioridad.
“Vamos atender y a respetar a todos. Vamos a gobernar para todos. Pero le vamos a dar preferencia a los vulnerables y a los desposeídos. Por el bien de todos, primero los pobres.”
Resaltó que para él es importante el ejemplo, por lo que, entre otras medidas, pondrá en venta el avión presidencial, se redujo el 40% del salario en comparación de lo que recibía el presidente saliente, se compromete a rebajar en 50% los gastos de publicidad del gobierno e incluso no vivirá en la residencia presidencial de Los Pinos, la cual transformará en un centro cultural.
Buenas relaciones con todos los pueblos del mundo
AMLO aseguró que en materia de política exterior, se apegarán a los principios constitucionales no intervención, la autodeterminación de los pueblos y de cooperación para el desarrollo.
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Si bien aseguró que buscará buenas relaciones con todos los países, hizo especial énfasis en los vecinos de el norte: Estados Unidos y Canadá. Agradeció al presidente Donald Trump el “trato respetuoso” que le ha dado desde que ganó las elecciones el 1 de julio y, además, que “haya enviado en señal de amistad a su hija Ivanka”.
Anunció que ha estado en contacto con Trump y con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para ir más allá del Tratado de Libre Comercio de América de el Norte y buscar un acuerdo de inversiones para impulsar no solo el desarrollo de sus países, pero el desarrollo de los países centroamericanos, para así enfrentar, y “no con medidas coercitivas, el fenómeno migratorio”
El viernes, en el marco de la cumbre del G20, fue firmado el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), el cual reemplaza al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Protestas
En la ceremonia de toma de protesta como nuevo mandatario, AMLO no estuvo excepto a protestas. En un principio un grupo de congresistas sostuvieron en sus manos carteles en los que se leían “Democracia, sí. Autoritarismo, no”.
Cuando pasó hablar al tema económico, ese mismo grupo sostenía otro tipo de cartel en el que pedían menores precios del petróleo.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también fue factor de discordia. En el congreso, este mismo grupo de congresistas colocaron un cartel que decía “Maduro no eres bienvenido”.
Cuando leía la lista de invitados internacionales, y fue el turno del mandatario venezolano, se escuchó por unos segundos en toda la sala el grito de los congresistas diciendo: “dictador”.