Amnistía Internacional (AI) criticó la investigación de la desaparición de 43 estudiantes en el pueblo de Iguala, en el estado de guerrero, ocurrida en septiembre.
La organización señaló que fue un error de parte de la fiscalía omitir testimonios de sobrevivientes que señalaron que la noche del crimen miembros del ejército y otras agencias de seguridad estuvieron involucrados en la desaparición masiva.
“No estamos diciendo que hayan participado, estamos diciendo que si hay una responsabilidad tiene que haber castigo, de lo contrario tiene que quedar claro que no estuvieron involucrados”, señaló en un informe AI.
La hipótesis que manejan las autoridades es que los jóvenes fueron secuestrados por la policía local de Iguala y luego entregados a una organización criminal conocida como Guerreros Unidos, quienes los habrían asesinado y desaparecido los cuerpos, supuestamente quemándolos.
En cuatro meses de investigación, las autoridades han detenido a 97 sospechosos de tener alguna responsabilidad en el crimen. Sin embargo, el líder del grupo delictivo Guerreros Unidos y el secretario de Seguridad pública de Iguala siguen prófugos.
AI también criticó al presidente de México, Enrique Peña Nieto, por su insistencia que el país supere el trauma cuando aún no se esclarece el hecho.
“No podemos empezar una nueva historia hasta que este hecho no esté esclarecido, sería un error hacer eso porque estaríamos olvidando otra más de las tragedias y esperando la próxima”, señaló AI.