Amnistía Internacional denunció en un informe la “limpieza étnica” que lleva a cabo el Estado Islámico, EI, en el norte de Irak.
El EI "ha transformado las zonas rurales de Sinjar en campos de la muerte (...) en el marco de su campaña brutal destinada a borrar toda huella de los no árabes y de los musulmanes no sunitas", denuncia Amnistía en su reporte titulado “Limpieza étnica histórica: la focalización sistemática del Estado”.
Según la ONG hay "pruebas" suficientes de que varias "matanzas masivas" tuvieron lugar en la región mencionado donde vivían numerosos yazidíes, la minoría kurdoparlante no musulmana. Dos de los ataques más mortíferos se registraron el tres y 15 de agosto en los pueblos de Qiniyeh y Kocho, donde las víctimas se cuentan por "centenares" añadió la organización.
Según los testimonios, decenas de hombres adultos y jóvenes fueron apiñados en camionetas por los yihadistas antes de ser ejecutados en el exterior de sus pueblos.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ya había hecho una denuncia similar cuando acusó a los yihadistas de proceder a una "limpieza étnica y religiosa" en el norte de Irak.