En las Lomas de Chapultepec, una de las zonas residenciales más importantes de la ciudad de México, el secretario de Seguridad Pública de la capital del país, Omar García Harfuch, sufrió un atentado que él mismo atribuyó al Cártel Jalisco Nueva Generación.
El funcionario recibió tres heridas de bala, y dos de sus guardaespaldas murieron en un dramático intento de asesinato el viernes.
Los criminales mostraron un alto poder de fuego, con armas de grueso calibre, y además de dos escoltas también murió una mujer que se dirigía a vender comida. Las autoridades han detenido a 19 personas.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, confirmó que funcionarios relacionados con actividades de seguridad habían recibido amenazas, entre ellos García Harfuch, por lo que había reforzado su dispositivo de seguridad.
“Y hace una semana se registró una eventual amenaza a algunos funcionarios de seguridad pública”, indicó Durazo.
Tras el atentado, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su gobierno no se dejará intimidar y sin "balandronadas" seguirá combatiendo al crimen.
“No vamos a declararle la guerra a nadie. Tampoco vamos a violar derechos humanos, no se van a permitir masacres y no vamos a hacer ningún acuerdo con la delincuencia organizada, como era antes. Tenemos miedo porque somos seres humanos, nada más que hay una diferencia, no somos cobardes”, señaló López Obrador.
Y en otro hecho delictivo relacionado con el Cártel Jalisco Nueva Generación, autoridades detuvieron a uno de los presuntos involucrados en el homicidio del juez federal Uriel Villegas Ortiz, y de su esposa, Verónica Barajas Sierra.
Se trata de Jaime Tafolla Ortega, alias el Alacrán, presunto integrante de dicho grupo delictivo.