La crisis en Venezuela y Nicaragua, y el impacto económico y social que está dejando la pandemia en la región fueron los temas más relevantes durante el diálogo entablado la mañana del miércoles por cancilleres y jefes de las delegaciones, durante la 50 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Julio Borges, jefe diplomático del gobierno interino de Venezuela, insistió en que el "núcleo de los problemas venezolanos" está basado en las elecciones libres, los derechos humanos y la transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Subrayó que "lo peor que puede pasar con Venezuela es que no pase nada; que la indolencia e indiferencia sea algo que se imponga".
También, cuestionó las opiniones de las delegaciones de Nicaragua y México, y manifestó que le cuesta "creer que algunos países hablen de la no intervención o defensa del gobierno de [Nicolás] Maduro".
"Aquí lo que hay es un drama profundamente humano que no puede ser visto por el prisma político. No hay excusas para dividirnos frente a la crisis venezolana", agregó.
Más temprano, el delegado de México, Maximiliano Reyes, manifestó estar en contra de las "sanciones implementadas como formas de presión".
"México ha expresado en distintas ocasiones que los pueblos de Nicaragua y Venezuela encuentren ellos mismos, pronto, una salida pacífica y democrática a la situación que viven sus país, con el legítimo derecho de decidir sobre su destino", agregó.
Reyes hizo una llamado a la secretaría general de la OEA para que sea imparcial frente a la decisiones tomadas por los miembros del organismo.
Mario López, ministro de relaciones exteriores de Perú, dijo que confían "en la comunidad internacional para resolver esta crisis". Por su parte, el canciller de Uruguay, Francisco Bustillo, consideró que la única salida de la crisis es a través de un proceso pacífico, con elecciones transparentes. "Nicaragua también nos duele", agregó.
Por su parte, el embajador de Nicaragua ante la OEA, Luis Alvarado, insistió en que su país rechaza "las acciones que atentan en contra de la paz y la seguridad internacionales (…), que constituyen actos de agresión" e instó en defender el multilateralismo y no "la agenda monotemática que es impuesta por un país".
El martes, seis países del continente presentaron una resolución que busca presionar al gobierno de Nicaragua para que reforme el sistema electoral antes de los comicios de noviembre del 2021.
Sobre la pandemia
Alvarado también reiteró que el gobierno de su país está enfrentando la pandemia con 73 hospitales, 143 centros médicos y más de 1.300 puestos de salud, además de una modernización de la infraestructura.
Por su parte, Alejandro Ferrec, ministro de relaciones exteriores de Panamá, afirmó que "el mundo cambió y las relaciones basadas en privilegios no pueden ni deben subsistir", agregó, e invitó al trabajo solidario entre las naciones.
Mario López, canciller peruano, señaló que la pandemia ha evidenciado "la fragilidad" de los sistemas de salud e instó a fortalecer la organización y mejorar "la articulación entre los diversos mecanismos del sistema interamericano".
Por otro lado, la Asamblea aprobó la declaración sobre la cuestión de las Islas Malvinas, en la que se insta a que Argentina y el Reino Unido reanuden las negociaciones sobre la disputa su soberanía.
Abrió también un espacio para la presentación del informe de 2019, por parte del presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, así como de la presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Así mismo, seleccionó a los miembros del Comité Jurídico Interamericano, el Tribunal Administrativo y la Junta de Auditores Externos, así como del Centro de Estudios de Justicia de las Américas.