Uruguay está tomando medidas por nuevos casos de coronavirus registrados recientemente en colegios privados, en el Poder Judicial y en medios de comunicación.
El país ha tenido éxito en la lucha con la COVID-19 tras decisiones como cerrar las fronteras, que dieron resultado en un país rodeado por Argentina y Brasil donde el virus avanzaba sin frenos.
Según un informe del lunes del Ministerio de Salud Pública, se detectaron 60 casos nuevos en varias partes del país, pero afirmó que en todos “ya están identificados los contactos y se mantiene un estricto seguimiento epidemiológico”.
El documento dice que Uruguay tiene actualmente 524 personas con coronavirus, mientras que el total desde que comenzó la pandemia, el 13 de marzo pasado, es de 3.620 casos y 62 fallecidos.
No obstante, las autoridades están preocupadas por la situación del departamento de Cerro Largo y su capital Melo, a unos 400 kilómetros de Montevideo, donde surgieron focos tras la celebración de fiestas. Cerro Largo comparte fronteras con Brasil.
Para ese departamento se suspendieron todas las actividades públicas, las aglomeraciones y las clases en secundaria.
Desde el comienzo de la pandemia, el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou formó un equipo de científicos para ser asesorado.
Uno de los miembros del equipo, el médico Henry Cohen, expresó cierta preocupación por los nuevos casos aparecidos.
“Tanto miedo que le teníamos al invierno (austral): lo pasamos bien, y cuando pensábamos que íbamos a aflojar un poco porque venía la primavera y el verano, estamos más preocupados”, dijo Cohen.
También se anunciaron ciertos cambios relacionados con la asistencia de los niños en las escuelas.
“Hemos establecido que para los niveles de educación inicial y primaria el distanciamiento físico permanente pasará a ser de un metro”, explicó Robert Silva, presidente del Consejo Directivo Central de la Educación, Codicen.