A principios de agosto, cientos de personas tomaron las calles del centro de la capital peruana para protestar contra el Gobierno del actual presidente Pedro Castillo. Los manifestantes exigían un gesto al Congreso de Perú para que iniciara lo que se conoce como “trámite constitucional de vacancia”, es decir la destitución del ejecutivo.
¿Por qué tantos peruanos rechazan al nuevo presidente?
Castillo asumió la presidencia el 28 de julio con una aceptación del 38% de los votantes, la más baja de un nuevo mandatario en los últimos 20 años. Todo eso, apuntan varios expertos consultados por la Voz de América, se debe a que él designó a un jefe de Gabinete y un equipo de Gobierno rechazado por una parte importante de la opinión pública.
Un sondeo de la encuestadora Ipsos reflejó que un 45% de los peruanos suspende a Castillo, mientras que un 17% prefirió no opinar al respecto. La encuesta indica que el Gobierno de Castillo, de ideología izquierdista, tiene un mayor rechazo en Lima, con un 66% de la población que desaprueba a su ejecutivo, frente al 24% que está de acuerdo con su puesto de poder.
En declaraciones a la VOA, Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, señaló a Castillo como “un fenómeno único”, en tanto que el mandatario, que ha trabajado como maestro de escuela y era un líder sindical, no cuenta con ninguna experiencia política ni con contactos en los círculos económicos y empresariales del país andino.
“No hemos tenido nada parecido en la historia de América Latina. Ha habido algunos outsiders (que no pertenecen a los círculos políticos) que vienen de fuera de los partidos, pero nada parecido a él, que es realmente un campesino que no ha tenido ningún contacto con los grupos económicos y políticos que están en Lima y que han gobernado al país”, manifestó el máximo responsable del centro de estudios con sede en Washington DC, que aborda varias cuestiones políticas, económicas y sociales en la región.
¿Está la democracia en riesgo en Perú?
Un informe publicado por Gabriela Camacho, candidata a doctorado en ciencias políticas en la Universidad Humboldt de Berlín, y Paolo Sosa-Villagarcía, estudiante de doctorado en la Universidad British Columbia, advierte que “el período de democracia más largo de Perú hasta la fecha corre el riesgo de llegar a un final doloroso” tras la llegada de Castillo al poder.
“Una parte importante del electorado temía este resultado, preocupado de que Castillo pudiera concentrar el poder y seguir un camino autoritario”, dicen los expertos, aludiendo a algunas propuestas de Castillo que pasan por “cerrar la legislatura (el Congreso) en caso de que se oponga a las reformas económicas y políticas sugeridas”.
¿Por qué? Principalmente porque “el Congreso de Perú permanece fragmentado y el partido de Castillo, Perú Libre, no tiene mayoría”.
Aunque señalan que “la historia reciente apunta hacia la ingobernabilidad más que hacia el autoritarismo”, Castillo ha mostrado “la voluntad de ir en contra de las instituciones democráticas”.
Ante este escenario, Camacho y Sosa-Villagarcía pronostican “casi con certeza” que en los años venideros se producirá “una mayor erosión democrática”, al tiempo que los peruanos en general no verán una mejora en sus niveles de vida.
Su gabinete en el punto de mira
La desconfianza de una buena parte de los peruanos se debe principalmente al historial que tienen algunos de los hombres de confianza de Castillo y que ahora forman parte del ejecutivo que debe sentar las bases políticas para los próximos años en la nación.
Sobre todo, las miradas están puestas en Guido Bellido, el primer ministro peruano, que ha sido imputado por la Fiscalía por presunta apología del terrorismo y presunto lavado de dinero en una supuesta financiación ilegal de su campaña electoral. El sondeo de Ipsos apunta que el 57 por ciento de los encuestados cree que Bellido atiende más a los intereses del fundador del partido, Vladimir Cerrón, que al propio presidente Castillo.
Hay que recordar, además, que Cerrón no pudo presentarse a los comicios presidenciales por tener una condena por corrupción mientras estaba al frente de la gobernación regional de Junín.
Con todo, el estudio sostiene que el 40 por ciento cree que Castillo actúa de acuerdo a las directrices de Cerrón mientras que un 10 por ciento considera que él no tiene ningún tipo de influencia.
Pronóstico: mayor presión de la derecha
En ese sentido, Jorge Aragón Trelles, sociólogo de la Pontificia Universidad Católica del Perú e investigador en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), está convencido de que “la derecha más radical” de Perú, que “ha puesto en duda la legitimidad” de Pedro Castillo como presidente, iniciará una “lucha sin cuartel contra un gobierno comunista”.
“La derecha liberal también ha pasado a ser oposición de un gobierno de izquierda y ha perdido influencia sobre el manejo del Estado peruano. Es más, para un parte del país los principios que hasta hace poco organizaban la vida política, social y económica del país han sido puestos en cuestión”, sostiene el experto del IEP.
Sobre los antecedentes judiciales que arrastran algunos de los miembros del actual Gobierno peruano, Aragón Trelles cree que “simplemente es una continuación de lo visto en años y gobiernos anteriores”.
“El presidente Castillo y Perú Libre tienen todo el derecho a designar a las autoridades y funcionarios públicos que la ley les permite. No obstante, la cantidad de designaciones que han involucrado a personas con conflictos de intereses y problemas legales es tal que parece simplemente una continuación de lo visto en años y gobiernos anteriores”, comentaba.
Asimismo, cree que va a haber un “conflicto entre el poder Ejecutivo y el Legislativo” en tanto que, como se ha mencionado anteriormente, el Congreso no cuenta con la mayoría del partido de gobierno.
“(Eso) hará imposible llevar a cabo las reformas y las medidas que un país tan golpeado por una doble crisis -sanitaria y económica- necesita”, apostilló.
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