El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció el miércoles que viajará la próxima semana a Estados Unidos para gestionar con las farmacéuticas la pronta entrega de vacunas contra el COVID-19 al país, que registra un aumento en la velocidad de transmisión del virus en la mayor parte de su territorio.
El gobierno ecuatoriano ha firmado acuerdos para la adquisición de vacunas con varios laboratorios, incluidos laboratorios chinos, y forma parte de la iniciativa COVAX, liderada por la Organización Mundial de Salud (OMS), para obtener la mayor cantidad de dosis.
“Viajaremos a Washington con la finalidad de gestionar tanto con Pfizer, con AstraZeneca, con Moderna, la posibilidad de que se entregue una mayor cantidad de vacunas a Ecuador y lo más pronto posible”, dijo Moreno en una entrevista radial, sin dar mayores detalles.
El mandatario confirmó además que la farmacéutica Pfizer entregará las primeras 50.000 vacunas comprometidas al país a partir del 18 de enero para arrancar con un plan de vacunación inmediato para el personal médico que atienden pacientes con COVID-19 en hospitales públicos.
El gobierno espera una segunda “gran entrega” de vacunas para marzo, según Moreno. El plan de vacunación incluye a unos nueve millones de ecuatorianos adultos, que recibirán las dosis de manera gratuita y voluntaria a través de unos 10.000 puntos de vacunación a lo largo del país.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, reconoció el lunes un incremento en la velocidad de transmisión del virus en 17 de las 24 provincias del país, lo que está llevando a los hospitales públicos y privados al tope de su capacidad en las áreas de cuidados intensivos.
Ecuador registra más de 216.000 contagios y 9.530 muertes por coronavirus, según datos oficiales. El gobierno incluye además en la data otros 4.573 fallecidos probablemente por COVID-19.
El país sudamericano mantiene restricciones en la movilidad, el cierre de sus fronteras, aforos reducidos en restaurantes y centros comerciales y teletrabajo para las entidades públicas.