Un grupo de manifestantes haitianos está usando el vudú (ritos religiosos traídos por los esclavos africanos) y tácticas de batalla inspiradas en un pasaje de la Biblia para lograr la renuncia del presidente Jovenel Moise.
Unos 20 manifestantes dieron el miércoles siete vueltas al palacio nacional de Haití alrededor del mediodía, en una táctica bíblica usada por los israelitas para eliminar su primer gran obstáculo en su camino a la Tierra Prometida: la ciudad fortificada de Jericó.
En el pasaje de la Biblia, los israelitas caminaron alrededor de las murallas de Jericó una vez al día en los primeros seis días y siete veces en el séptimo, y con una inmensa gritería se vino abajo la muralla.
El organizador de la protesta, Etzer Jean Louis, explicó a la Voz de América por qué recurrió a ese método.
“Representa siete vueltas de liberación. Siete vueltas que derrumbaron las murallas de Jericó. Siete vueltas que eliminarán a la mafia. Siete vueltas que eliminarán a los criminales. Hoy ya se pueden ver los milagros que han causado estas siete vueltas”, dijo.
Símbolos de vudú también se dibujaron en calles de los alrededores del palacio presidencial con una sustancia blanca. También se encendió una fogata en una pira de madera mientras los manifestantes hacían un círculo alrededor.
“Dios los castigará para que el pueblo haitiano pueda respirar libremente. El COVID-19 no nos ha impactado, pero así y todo estamos pasando trabajo. Estamos escalando una elevación muy empinada”, dijo Jean Louis. “Haití tiene que ser liberada y para que eso suceda lo primero es sacar a Jovenel Moise. No retrocederemos”.
Moise dice que abandonará la presidencia cuando su término expire el 7 de febrero de 2022. La comunidad internacional respalda esa decisión, pero le ha exhortado a organizar elecciones presidenciales y legislativas lo más pronto posible.
Un referendo constitucional está planeado para el 27 de junio, seguido de elecciones legislativas y presidenciales en septiembre y noviembre.
Un aumento de los secuestros en los últimos meses ha aterrorizado a los haitianos y amenaza con descarrillar el proceso electoral. Las pandillas mantienen actualmente en su poder a cinco sacerdotes católicos, tres monjas y tres familiares de un sacerdote que secuestraron el 11 de abril.
Estos secuestros causaron indignación nacional e internacional y condenas del sector religioso. La Iglesia Católica pidió un cierre de tres días esta semana de todas sus instituciones, entre ellas las escuelas, en todo Haití.
Respuesta policial
El reportero del servicio en Creole de la VOA en el lugar reportó que la caravana presidencial llegó al palacio cuando los manifestantes hacían su tercera ronda y los guardias ocuparon posiciones en el exterior del edificio para impedir que interactuaran con Moise.
En el cuarto recorrido alrededor del palacio, la policía lanzó gases lacrimógenos para dispersarlos. Algunos manifestantes huyeron, pero la mayoría se quedó para terminar su cometido.
No es la primera vez que los manifestantes han recurrido esa tácticas para buscar un cambio, dijo el activista anticorrupción Reginald Dume.
“El 7 de abril, circulamos el palacio siete veces, así que con las siete vueltas de hoy (y las siete que hicimos en marzo) sumarán 21 en total”, explicó Dume a la VOA. También dijo que se unió a los manifestantes para expresar su apoyo a los secuestrados.
“Es importante que el pueblo haitiano sepa que no tenemos otra opción. Tenemos que demostrar al mundo que somos un pueblo digno y continuaremos movilizándonos contra el gobierno”.
Moise niega tener lazos con miembros de pandillas y tomó medidas para reforzar la seguridad en Puerto Príncipe, la capital, como la creación de una fuerza especial dentro de la policía nacional y la declaración de un estado de emergencia en los vecindarios de más actividad de las pandillas, pero a pesar de ello los secuestros continúan.
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