El gobierno argentino pidió a la población ser más cuidadosa y responsable durante la pandemia, de cara a las fiestas de fin de año, tras una reunión de emergencia convocada en la Casa Rosada, por el jefe de Gabinete de la nación, Santiago Cafiero, con todos los ministros de Salud de las provincias.
A pesar del aumento de los casos, la mayor circulación y el período de fiestas de fin de año y vacaciones de verano, descartó implementar un toque de queda para prevenir un rebrote de la COVID-19.
El ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, se mostró preocupado por la situación, pues afirmó que en los últimos días se ha observado un gran relajamiento generalizado y agregó: "Por favor, los llamo una vez más a la reflexión, piensen en cada una de las acciones, cuidémonos entre todo. Falta poco para las vacunas, para empezar a resolver el problema, no se resuelve en un día, lo decimos siempre".
Por su parte, el médico infectólogo, Pablo Bonvehi, no descartó que el país sufra, una segunda ola de la pandemia.
"Lo que está pasando en Europa es totalmente posible en Argentina y otros países; de hecho, Brasil y Chile están teniendo un aumento de casos".
Además, el economista Guillermo Tortosa advirtió sobre las graves consecuencias de continuar con las restricciones de actividades, por el aumento de la desocupación, el cierre de empresas y la caída de la actividad comercial.
"La Argentina es una gran cáscara de nuez en medio de un maremoto. Es difícil de encontrarle un mundo. Lo que pasa es que el mundo, a diferencia nuestra, tiene una orientación", indicó Tortosa.
Argentina superó el millón y medio de infectados y tiene más de 41.200 muertos, ubicándose entre los países con más afectados en el mundo por la COVID-19 y al tope en América Latina.
