El domingo los peruanos decidirán en las urnas quién será el próximo presidente de la nación, en una elección con dos opciones: el candidato de izquierda, Pedro Castillo; y a la propuesta de la derecha, Keiko Fujimori.
La polarización que generan las propuestas de ambos candidatos se agudizó en las últimas semanas, provocando entre otros los temores sobre una eventual giro hacia la corriente socialista al estilo de Venezuela, Cuba y Nicaragua; o un retorno a las medidas liberales del ‘fujimorismo’ que imperó en la década de 1990.
La corrupción es uno de los flagelos que tiene estancado a la nación andina. En Perú han gobernado cuatro mandatarios en los últimos cuatro años y seis presidentes han sido procesados por corrupción y otros delitos, uno de ellos, Alan García, se suicidó en 2019 antes de un inminente arresto policial.
Según el último resultado de Ipsos Perú, divulgado por el diario El Comercio, hasta el 28 de mayo la ventaja inicial de Castillo sobre Fujimori se había reducido considerablemente.
El candidato de izquierda lideraba la intención de votos con el 51.1%, en tanto Fujimori avanzó hacia un 48.9%.
¿Quiénes son Castillo y Fujimori?
El maestro de escuela Pedro Castillo, postulado por Perú Libre, se identifica con la ideología marxista, mientras la tecnócrata Keiko Fujimori, de 46 años de edad e hija del expresidente Alberto Fujimori, corre hacia el Palacio de Gobierno por Fuerza Popular.
Castillo comenzó a mediados de 2020 a la carrera presidencial y Perú Libre lo acogió como “la postura más preclara de la izquierda peruana, la que prepara y organiza las bases populares”.
Educador especializado en la enseñanza primaria, Castillo es también un activo defensor de los derechos sindicales. En 2017 lideró por casi tres meses una huelga general entre sus colegas del magisterio que concluyó con el logro de algunas de las reivindicaciones exigidas.
Perú Libre apuesta por sustituir el modelo neoliberal por algo que ha denominado en su programa de gobierno como “Economía Popular con Mercados”.
Castillo ha prometido cambiar la Constitución a fin de otorgarle mayor participación al Estado en las decisiones económicas y sociales del país.
Aunque afiliado a una plataforma de izquierda, Castillo, se muestra un tanto más conservador que sus correligionarios en temas como el aborto, del que no es partidario en su totalidad, así como el de la unión civil de parejas del mismo sexo.
Por su parte, Fujimori trae consigo el hecho de ser la hija de Alberto Fujimori, un ingeniero de profesión que gobernó Perú entre 1990 y 2000. Aunque a Fujimori (padre) muchos le aplauden haber dado el golpe final al terrorismo de Sendero Luminoso, también se le achacan violaciones a los derechos humanos y actos de corrupción, lo que lo mantiene bajo una condena de 25 años de cárcel.
Keiko, excongresista entre 2006 y 2011, ha sido derrotada dos veces en el camino a la presidencia: en las elecciones de 2011 y 2016, consecutivamente.
Entre 2018 y 2020 entró dos veces a la cárcel, de manera preventiva, por supuestos delitos de corrupción relacionados con la empresa Odebrech.
Cuba y Venezuela, puntos de referencia… ¿para el desencuentro?
En la batalla por quedarse entre los dos únicos aspirantes a la presidencia, en febrero pasado Fujimori habló del tema de Venezuela para encarar a su contrincante Verónika Mendoza, de Juntos por el Perú. “Se trata de que quiere convertir al Perú en su amada Cuba y admirada Venezuela”, atacó Fujimori en un video publicado por medio de un tuit.
Dos meses más tarde, en abril, Castillo se desmarcó públicamente de cualquier relación con la izquierda radical por medio de la cual lo ligan a Maduro y el expresidente de Bolivia Evo Morales.
“Quiero decirle al señor Maduro que si por favor hay algo que tiene que decir concerniente al Perú, que primero arregle sus problemas internos; y que venga y se lleve a sus compatriotas que han venido, por ejemplo, aquí a delinquir”, dijo de modo tajante el candidato en una entrevista con la radio local Exitosa.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), alrededor de 800.000 venezolanos viven en Perú, en su afán por escapar de crisis humanitaria y económica que vive esa nación.
En el debate del domingo 30 de mayo, el último antes del balotaje final, Castillo comentó sobre lo que será el rumbo de su gobierno al llegar a la presidencia.
“Nosotros no vamos a quitarle sus ahorros a la gente que trabaja, respetaremos la propiedad privada (…) Los trabajadores son los dueños de sus ahorros. Vamos a impulsar una economía popular con mercado. El mercado no puede controlar al Estado, es el Estado el que tiene que controlar a la población, a los mercados”, explicó Castillo.
El pasado martes, el opositor venezolano Leopoldo López, exiliado en España desde 2020 y ahora de recorrido por la región, sostuvo una reunión en Lima con el ex candidato presidencial y economista Hernando de Soto, de Avanza País, en la que comentó: “Sí, veo en el discurso, en las propuestas que se están haciendo por parte del candidato Castillo, un libreto muy parecido a lo que ocurrió en Venezuela hace ya 20 años”, reseñó el diario Perú 21.
Sin embargo, el economista y miembro del equipo Perú Libre, Pedro Francke, se adelantó a dejar en claro que de ganar Castillo las elecciones, no habrá prohibición de importaciones, como –aseguró- se ha especulado.
“No hay prohibición de importaciones, solo se frenará aquella cosa que afecta la producción nacional. No habrá expropiaciones ni estatizaciones, lo que queremos es una economía popular donde puedan progresar los agricultores, los pequeños empresarios y haya empleo. Para eso hay un gran programa de crédito para que los pequeños empresarios puedan progresar”, recalcó Francke, citado por el diario limeño Expreso en su versión digital.
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