La ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Karen Logaric, dijo el jueves en un comunicado de prensa que su gobierno no contempla invitar a la toma de posesión del nuevo mandatario Luis Arce, ni al expresidente Evo Morales ni al presidente en disputa de Venezuela Nicolás Maduro.
Longaric argumentó que el veto se debe a que "el señor Morales ha sido hostil al proceso democrático boliviano y su presencia en el país generará tensión social y política".
Es un paso atrás, señaló el diario boliviano La Razón, debido a que el martes, la canciller Longaric había dicho todo lo contrario en una entrevista a red Uno: "Claro que sí, se va a invitar a los expresidentes, se va a invitar al expresidente Evo Morales, ya una delegación visitó la Cancillería y adelantó un listado”, afirmó entonces.
Además, explicó que a la ceremonia, que debe realizarse el próximo 8 de noviembre, no tampoco se invitará a Nicolás Maduro, "puesto que el Estado Plurinacional de Bolivia reconoce al Gobierno del presidente encargado Juan Guaidó como el gobierno legítimo de Venezuela".
La nota diplomática precisa que aunque el entrante mandatario Luis Arce, como anfitrión de los actos "ha manifestado su deseo de extender invitaciones a Evo Morales y Nicolás Maduro a dicha ceremonia. Sin embargo, Cancillería no extenderá dichas invitaciones".
Arce había anunciado el miércoles haber sido invitado por el gobierno de la presidenta encargada Jeanine Áñez, "a una reunión de coordinación para la transmisión de mando presidencial".
Evo Morales gobernó Bolivia desde 2006 hasta octubre de 2019. Ese año, tras las elecciones, se sucedieron actos de protesta por acusaciones de fraude electoral en la victoria que declaró para su tercer mandato y se vio obligado a salir al exilio y pedir asilo en Argentina.
Tras el triunfo de Arce como líder de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), la fuerza política de Morales, el exmandatario manifestó su deseo de regresar a la nación andina, y precisó el miércoles que lo hará en noviembre, pero ya había manifestado que no tiene pretensiones de ocupar un cargo en el nuevo gobierno.