Las protestas de movimientos sociales afines al expresidente Evo Morales que iniciaron hace una semana en Bolivia, elevaron la tensión en las últimas horas tras fracasar el diálogo con el Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre la fecha de elecciones.
Tampoco el llamado de la presidenta interina, Jeanine Áñez, tuvo la respuesta esperada en uno de los momentos más críticos de la emergencia sanitaria.
La nueva fecha propuesta por el Órgano Electoral para realizar los comicios es el 18 de octubre, luego del aplazamiento del 6 de septiembre; sin embargo los manifestantes piden otra alternativa.
"Lamentamos esa actitud, la propuesta ha sido clara y concreta: elecciones ni el 6 de septiembre ni el 18 [de octubre]. Consensuaremos una nueva fecha, un término medio, pero hasta la fecha se resisten, rechazan, no aceptan más allá, inclusive de las garantías que hemos pedido", argumentó el dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi.
El diálogo convocado por el TSE y la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) con sectores sociales fracasó “por falta de voluntad” del ente electoral, según el COB, que exige otra fecha para el desarrollo de las elecciones nacionales.
"Lamentablemente no hay voluntad del Tribunal Supremo Electoral, la cuarta reunión que estamos sosteniendo, existe la predisposición de los dirigentes nacionales, en función a lo encomendado por el pueblo en el último cabildo", manifestó el ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi al momento de abandonar la reunión.
Las autoridades han denunciado que los bloqueos instalados en diferentes carreteras del país obstaculizan el transporte de insumos médicos, alimentos y oxígeno, vitales para tratar no solo a pacientes con COVID-19 sino con otras afecciones, así como a bebés prematuros. Varios pedidos desesperados se dieron a conocer estos días mostrando la situación que se vive en hospitales bolivianos.
El Gobierno habilitó vuelos para atender las demandas, pero aún persiste la emergencia. En días anteriores, las autoridades denunciaron ante los miembros del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que 31 personas murieron por falta de oxígeno debido a los bloqueos en las carreteras, y la canciller Karen Longaric además envió una carta a la comunidad internacional, para pedir que censure estas medidas de presión.
"En los últimos cuatro días, la situación ha empeorado hasta niveles insostenibles (…). Ante esta alarmante situación, el Gobierno solicita a los organismos internacionales que censuren esta flagrante violación de los derechos humanos. Las manifestaciones y bloqueos promovidos por grupos afines al expresidente Evo Morales están poniendo en peligro la vida de miles de bolivianos y esto no puede ser consentido por la comunidad internacional", reprochó Longaric en la carta dirigida a varios organismos.
Enfrentamientos
En puntos álgidos de bloqueo de los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz se registraron el fin de semana violentos enfrentamientos. Por ejemplo, en la comunidad de Samaipata un centenar de policías fueron desplazados para controlar la situación ante acciones delictivas que atentaron incluso contra el hospital local.
En Cochabamba, centro de Bolivia, el denominado grupo Resistencia Juvenil Cochala asumió acciones para despejar una de las principales vías de la ciudad que permanecía bloqueada, generando choques con los manifestantes.
El Gobierno ha recibido presión de varios sectores pidiendo intervención policial y militar; sin embargo, hasta ahora el Ejecutivo aún intenta agotar la vía del diálogo.
Esta jornada, la Fiscalía General del Estado instruyó una investigación inmediata de delitos cometidos en los bloqueos y actos contra la salud y la vida.
Mientras tanto, el Ministerio de Salud alertó en las últimas horas que Bolivia se encamina hacia una “inminente situación de desastre”, que hará inviable el sistema sanitario y que agravará la situación epidemiológica.
“Todas las acciones implantadas, sumadas a la cuarentena que significó sacrificio para todas las familias bolivianas, podrían ser en vano, de continuar este accionar delincuencial e irresponsable de grupos inconscientes que desprecian la vida de sus semejantes”, indica el pronunciamiento de esta cartera, con la ministra Eidy Roca a la cabeza.
Evo Morales se dirige a sus seguidores
El expresidente Evo Morales, que permanece asilado en Argentina después de su renuncia el 10 de noviembre del año pasado, exhortó a sus seguidores a través de su cuenta de Twitter: “Bolivia vive momentos difíciles. Los dirigentes y las bases sociales movilizados deben optar responsablemente entre la renuncia de Áñez que postergará aún más nuestro retorno a la democracia o elecciones prontas con la garantía de Naciones Unidas”, escribió.
De la misma manera los candidatos a la presidencia y vicepresidencia del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce y David Choquehuanca, respectivamente, pusieron tres condiciones para la fecha de elecciones: que se establezca por ley, que el Tribunal Supremo Electoral garantice una fecha fija e inamovible y que ese acuerdo, sujeto al diálogo, cuente con el aval y la garantía de la comunidad internacional.
El candidato a la presidencia por Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa exigió a Evo Morales y Luis Arce que levanten los bloqueos y no se escondan en los movimientos sociales.
"Una vez más, el país enfrenta una situación particularmente crítica, bloqueos, manifestaciones, marchas, secuestros, amenazas, en un momento en que atravesamos, además, la más grave pandemia de salud en nuestra historia. Esas acciones tienen responsables, con nombre y apellido, Evo Morales Ayma y Luis Arce Catacora", dijo Mesa.
Por otro lado, el también candidato a la presidencia, Luis Fernando Camacho llamó a la ciudadanía a desmontar “de forma pacífica” los bloqueos.
“Desmontaremos los bloqueos que afectan a Santa Cruz. Lo haremos de forma pacífica pero valiente, hago un llamado a la policía y fuerzas armadas, a ponerse del lado de su gente. Defendamos la Patria, no podemos permitir que nos roben la libertad y la vida”, escribió en Twitter.
Bolivia ronda los 90.000 casos de contagios y 3.640 muertes por COVID-19, según el último reporte del Ministerio de Salud.
