El Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes sostuvo este jueves una audiencia para debatir un informe divulgado el martes por una comisión bipartidista del Senado que propuso un cambio de estrategia de Estados Unidos en su lucha contra las drogas en Latinoamérica.
El reporte de la Comisión de Política de Drogas en el Hemisferio Occidental recomendó un enfoque “más inteligente” que ayude a los países de la región a atacar las raíces del problema y a enfrentarse a las organizaciones criminales.
El presidente del comité, el representante Eliot Engel, dijo que “la guerra a las drogas declarada por el presidente Richard Nixon en 1971, hace casi 50 años, ha fallado mientras el número de víctimas ha seguido aumentando”.
"Estados Unidos continúa luchando con la devastación de las sobredosis de drogas que ha llegado a nuestras comunidades”, señaló el legislador, y subrayó que el país necesita mejorar su política contra las drogas y asegurar un enfoque “para maximizar el impacto y minimizar el daño”.
Engel alabó el informe de la comisión, que “ofrece un nuevo enfoque para las políticas de control de drogas”.
“Nos dice claramente que estamos demasiado enfocados en la erradicación de cultivos, que el proceso de certificación es inefectivo y que el Departamento de Estado debe asumir un papel para desarrollar las políticas antinarcóticos de EE.UU. en el exterior. Es un informe muy bueno”, añadió.
En la audiencia, miembros del Comité de Asuntos Exteriores hicieron preguntas sobre el informe a los integrantes de la comisión, quienes reafirmaron sus conclusiones y ofrecieron explicaciones sobre temas específicos relativos a países del hemisferio, como México, Colombia y Centroamérica.
La presidenta de la comisión, Shannon O’Neil, señaló algunas políticas exitosas y promisorias en la región, como el programa de asistencia de EE.UU. para Colombia, que proporciona modos de vida legales y regiones de cultivo de coca, y el respaldo a México para reformar su sistema judicial.
También otros programas de reformas policiales, esfuerzos anticorrupción y prevención de la violencia han ayudado, aunque de manera irregular, en naciones como El Salvador, Guatemala y Honduras.
Sin embargo, dijo, las drogas siguen fluyendo y algo no está funcionando. “La naturaleza de los mercados de la droga está cambiando y nuevas drogas sintéticas -como el fentanilo- están ganando prominencia y letalidad”.
“Recomendamos que el Departamento de Estado asuma el liderazgo. Debe tener autoridad para contraatacar a las organizaciones criminales transnacionales y reducir el suministro de drogas ilícitas del exterior”, dijo O’Neil.
Otras recomendaciones planteadas fueron eliminar el proceso de certificación de países e incrementar la capacidad de lucha contra el lavado de dinero, incluyendo, entre otras cosas, el trabajo con el sector privado.