Argentina inició formalmente el miércoles conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acordar un nuevo programa crediticio, luego de que el fallido plan cerrado hace dos años no lograra evitar una honda crisis económica en el país.
El comienzo del diálogo es otro paso de Argentina para encauzar sus dificultades financieras, poco después de que la nación austral cerrara un trato con sus acreedores de bonos bajo ley extranjera para reestructurar deuda por cerca de 65.000 millones de dólares.
Según un comunicado enviado por el Gobierno, el presidente de centroizquierda Alberto Fernández mantuvo por la mañana un diálogo telefónico con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, para dar inicio a las conversaciones.
“Durante la conversación con Georgieva, el presidente remarcó la necesidad de que el futuro programa entre Argentina y el FMI respete los objetivos de la recuperación económica y resolver los problemas sociales más acuciantes”, señaló el comunicado oficial.
Argentina padece desde 2018 una recesión con alta inflación que profundizó la pobreza y el desempleo en el país, una situación agravada por los efectos del coronavirus. La pandemia llevó al Gobierno que asumió en diciembre a incrementar este año su gasto para frenar el derrumbe de la economía, a costa de un mayor déficit fiscal.
“Estamos determinados a recomenzar el proceso de implementación de un sendero fiscal consistente una vez que los efectos de la pandemia desaparezcan”, dijo el Ministerio de Economía en una carta a Georgieva publicada en un tuit del ministro Martín Guzmán.
En 2018, Argentina había acordado un ambicioso programa crediticio por 57.000 millones de dólares.