El gobierno argentino presentó su nueva oferta ante la SEC - Security and Exchange Commission - la Comisión de Valores de Estados Unidos para buscar refinanciar 66.000 millones de dólares.
El gran obstáculo parece ser el Fondo Black Rock, el administrador de activos más grandes del mundo y el acreedor más significativo de la deuda argentina, luego del Fondo Monetario Internacional, que reuniría unos 20.000 millones de dólares.
La oferta superadora y final para los acreedores privados de la deuda externa argentina, presentada por el presidente Alberto Fernández, cuenta con el aval implícito del Fondo Monetario Internacional y del Departamento del Tesoro de EE.UU.
Es decir, los plazos podrían extenderse hasta el 31 de agosto próximo, con el objetivo de evitar el default y un nuevo juicio en los tribunales de EE.UU. contra el país.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que la cantidad de adhesiones es clave: "Las partes se han ido acercando, con un grupo ya estamos de acuerdo, y si menos de la mitad de los acreedores no acepta la oferta, la oferta queda caduca. Para que nosotros podamos avanzar con traer a quienes entren, necesitamos la mitad".
También aclaró que esta oferta puede iniciar la reconstrucción, en declaraciones al canal argentino Canal 11 -Telefé -.
"Recordemos que Argentina ya vive una situación de default, desde abril de 2018, cuando cambiaron las expectativas en los mercados financieros internacionales acerca de Argentina. Después va a llevar un tiempo hasta que el mundo vuelva a tener confianza en la Argentina, pero vamos a ir en ese camino".
De esta manera, este país reconoce los derechos adquiridos de los bonos 2005-2010, el valor promediará de los 53 a los 57 dólares por cada 100, la quita de capital será hasta el 3 % y se pararán todos los intereses.