Argentina está enfrentando la segunda ola de contagios del COVID-19 y sufre el peor momento de la pandemia, con 60.083 muertos, más de 2.700.00 infectados y un promedio de 300 muertos por día.
Esta situación ha puesto en crisis por igual a los sistemas de salud, tanto públicos como privados, y hecho retroceder a las fases 1 y 2 a varias regiones del país.
“Las horas que se viven en el sistema de salud son horas absolutamente dramáticas. Acá no hay exageración, porque la situación es difícil y complejísima, está claramente colapsada”, dijo el Dr. Claudio Belocopitt, presidente de la Unión de Entidades de Salud.
El médico explicó que el sistema de salud “está trabajando a su máxima capacidad, incluso superando el 100%, porque se han agregados estructuras adicionales en todos los centros de salud, se han extendido las terapias en mayores lugares, se han extendido las internaciones de piso, se han medicalizado hoteles”.
“Todo eso hace que la capacidad del sistema se haya estirado”, agregó.
El Dr. Eduardo López, miembro del Comité de Asesores Médicos del presidente argentino, Alberto Fernández, remarcó que la falta de vacunas preocupa ante el avance de la llamada “Cepa de Manaos”, por eso el gobierno amplió a 30 millones la cantidad de dosis que comprará de la vacuna rusa Sputnik V.
"La Cepa Manaos, que es la brasilera, que es la Cepa P.1, que está afectando a varios países, sobre todo en América. Ya tenemos casos en Argentina, pero muy pocos, y lo hay que evitar es que se disemine", dijo López.
Por otro lado, se espera un fallo de la Corte Suprema de Justicia para definir el conflicto por las clases en las escuelas de la ciudad de Buenos Aires, entre el gobierno local y el gobierno nacional, que suspendió las clases presenciales por decreto presidencial.
El Dr. Rodolfo De Vicencia, presidente de la Asociación de Colegios Privados, opina que “los niños no deben abandonar las aulas”.
De Vicencia dijo que presentó una estadística de 6.000 escuelas en toda la nación que reflejaba menos del 2% de contagios entre los docentes y menos del 1% entre los alumnos.
“Yo creo que no hay un lugar más seguro en el cual puedan permanecer los alumnos que es la escuela. Los chicos se van a quedar en sus casas y en cualquier otro lugar que estén no van a tener protocolos o los protocolos van a ser menos rigurosos y menos efectivos que las escuelas”, añadió.
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