En las últimas semanas, Colombia se ha visto sacudida por protestas que piden equidad y garantías para la salud, la educación y el trabajo, con el agravante de disturbios y violencia. El costo humano y económico ha sido enorme y, aunque la medida de retirar la reforma tributaria fue el catalizador de las manifestaciones, Colombia ha acumulado insatisfacciones que, además, se han visto exacerbadas por la pandemia.
Aunque ha habido intentos diálogo, los informes de los graves abusos de los agentes del orden han avivado el descontento de los manifestantes y la comunidad internacional.
Frente al panorama, exponentes colombianos que participaron en el foro 'Colombia en crisis', organizado por El Diálogo Interamericano, un centro de pensamiento con sede en Washington, señalan que el Gobierno debe escuchar las necesidades de sus ciudadanos, detener los bloqueos que están afectando la productividad del país y priorizar a los jóvenes y los derechos humanos.
Para Catalina Botero, Co-Chair de Facebook Oversight Board, experta del Columbia Global Freedom of Expression, ex relatora de libertad expresión, de parte de todos los sectores que participan en las movilizaciones "tiene que haber gestos de buena voluntad y acción rápida, pero estructurada, para resolver, en primer lugar, los bloqueos, luego la reforma al sector seguridad y hacernos cargo de las violaciones de derechos humanos, y luego los problemas más estructurales".
Para Botero, lo que la gente "de las calles necesita, los grupos organizados, los jóvenes, las comunidades, es sentir que las están oyendo... Que aquí hay un diálogo, que son seres humanos que están teniendo necesidades", pero que por el contrario, señala, "el Gobierno toma decisiones unilaterales... pero nada tiene que ver con una conversación seria, articulada con estos sectores".
La crisis generada por los bloqueos
Otro de los agravantes que se presenta en Colombia son los bloqueos de las vías del país que ya han generado desabastecimiento y pérdida de alimentos.
Para Alejandro Santos, director de contenidos y proyectos especial de Caracol Radio y y expresidente y exdirector de la revista Semana, dice que lo más crítico que se vive en Colombia está relacionado con bloqueos que están "asfixiando a la economía y al aparato productivo", además de que están "afectando a los derechos humanos fundamentales de los colombianos".
Para él, el Estado tiene que resolver este problemas, "no es 'a la brava', tiene que resolverse con un sentido de la autoridad, con el monopolio legítimo del estado, respetando los protocolos de los derechos humanos", pues será difícil resolver las peticiones de los jóvenes que están en las calles, cuando las empresas y el sector privado se ha afectado con la situación.
Una idea con la que coincide Maurice Armitague, exalcalde de Cali -una de las ciudades más golpeadas por los hechos violentos de las últimas semanas-, quien señala que se está viviendo "un círculo vicioso de la protesta" y que se está acabando "todo el aparato productivo de la ciudad".
Su preocupación radica en que, en el futuro, no va a ser posible cumplirles a los jóvenes, porque no se va a tener con qué.
"¿Qué vamos a hacer, si no somos capaces de producir algo para poder ayudar?", acotó el exalcalde durante el panel.
En este caso, dice Catalina, para levantar los bloqueos, no se necesita la fuerza pública sino "actos de buena voluntad, porque se necesita restablecer la confianza en un Estado que ha traicionado todos los acuerdos y que reaccionó mal y que reaccionó tarde y que no tiene interlocutores legítimos".
¿Y los jóvenes?
El exalcalde señala que el problema social más grande es "el abandono a la juventud", y para él, es preocupante la falta de confianza de los jóvenes: "En las instituciones, en los gobernantes, en la policía. Han perdido la esperanza hasta en la empresa privada".
"Son muchachos que están dispuestos a todo, les da lo mismo morirse que no morirse… es de ese tamaño la angustia". "Sin plata y sin confianza, vamos a tener que actuar rápidamente porque esto no se puede prolongar más", agregó.
Paula Moreno, presidenta de Manos Visibles y exministra de cultura en Colombia, dice que hay una crisis de liderazgos, y no solamente políticos, y unos jóvenes a los que ningún sector del país ha respondido sus necesidades a lo largo del tiempo.
"Tenemos una juventud muy interesante… Dicen que la desigualdad y la opulencia les incomoda. Estamos en un momento desesperado, en un momento muy complejo donde cada día se necesitan... soluciones y respuestas".
Para Botero, son jóvenes "absolutamente desesperados, que no ven ningún futuro".
Las propuestas
Según Armitague, a la juventud "hay que retomarla, educarla y brindarles oportunidades y empleo".
Por su parte, Botero explica que hay varias propuestas sobre la mesa relacionadas, en principio, con una apertura y escucha, por parte del Gobierno: "Que entienda que no se trata de entender este problema de orden público ni de desconocer la variedad de las protestas ni de utilizar estigmas sin evidencia creíble", sino que el Gobierno "tiene que cambiar la retórica" y asumir que existe un "problema de origen social serio con una gente que tiene derecho a ser reconocida".
Así mismo, construir espacios de participación y procesos de diálogo creíbles. También, aparte del diálogo, "crear una comisión, ojalá, internacional… que puedan venir a contar lo que pasó. Porque la gente, sobre todo los jóvenes, están realmente furiosos, entre otras cosas, por la situación de impunidad y la falta de reconocimiento de la violencia que se ja producido en las calles" y que pueda, además, reconocer a las víctimas.
La exministra también señaló que es importante que los que manejan y "hemos manejado" el país entiendan la situación de la personas que viven en carencia: "El resentimiento no es de un año, de dos años, de tres años… Hemos hecho cosas positivas, pero también la hemos embarrado".
Además, dice que es importante el apoyo de Estados Unidos al proceso de vacunación en sectores críticos.
Finalmente, para Alejandro, hay varios protagonistas, en las actuales movilizaciones: los jóvenes, que han protestado en su inmensa mayoría, el comité del paro, compuesto por importantes sindicatos del país que están negociando con el Gobierno, pero además la ilegalidad, vandalismo y bloqueos en todo el territorio nacional, pero además hay diferentes crisis y antecedentes que inciden en los hechos actuales y hoy en día, "la institucionalidad está en jaque" y hay que ver cómo la política " devuelve la confianza y el liderazgo".
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