En una bomba de tiempo se ha convertido la frontera entre Colombia y Venezuela en medio de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, ante la ocupación, prácticamente del 100%, de las unidades de Cuidados Intensivos de Cúcuta, ciudad fronteriza colombiana, impactada por la gran cantidad de migrantes que, junto a la población local, requiere atención médica especializada ante el incremento de los contagios de Covid-19.
Y es que la constante migración venezolana hacia territorio colombiano, sumado al retorno de migrantes a su país, para pasar las fiestas decembrinas, el incumplimiento de las medidas de distanciamiento social y las dificultades para aplicar los protocolos de bioseguridad en los más de 10 pasos ilegales de la frontera, tienen a punto de colapsar el sistema sanitario del departamento de Norte de Santander como lo indica el gobernador, Silvano Serrano.
“Una ocupación del 94 por ciento para el norte de Santander y un 98 de ocupación en la Unidades de Cuidados Intensivos nos ha llevado a declarar la Alerta Roja hospitalaria”, dijo Serrano.
Dificultad para implementar protocolos sanitarios
Así mismo, el funcionario advirtió que las dificultades para implementar los protocolos sanitarios en los pasos fronterizos ilegales, contribuyen al aumento en los contagios del Coronavirus.
“Se sigue presentando un flujo de personas venezolanas que buscan entrar a Colombia y otras que buscan salir, a pesar de estos controles, si no existe un adecuado manejo de los elementos de bioseguridad se corre el riesgo de aumentar los contagios”, agregó Serrano.
Y es que, pese a que la frontera continúa cerrada, cientos de migrantes, día a día, atraviesan los pasos ilegales, carentes de controles sanitarios, ya sea para salir de Venezuela por la crisis o regresar a su país para las festividades navideñas, incrementado los contagios.
Miguel Tonino, gerente del hospital Erasmo Meoz de Cúcuta, aseguró que muchas de las camas UCI se encuentran ocupadas por migrantes que no encuentran asistencia médica en su país.
“Nosotros hemos tenido la misma afluencia de migrantes y retornados con la frontera abierta que con la frontera cerrada, porque los pasos ilegales que existen han hecho prácticamente una apertura silenciosa” afirmó Tonino.
Ante la crisis sanitaria, y más de 400 casos reportados cada día en la zona de frontera, las autoridades declararon la alerta roja hospitalaria y decretaron el toque de queda nocturno, la restricción de venta y consumo de licores y la prohibición para la realización de eventos masivos durante la temporada navideña, mientras cientos de migrantes continúan pasando a diario por las denominadas “trochas.