Con el rostro cubierto los portavoces de las dos pandillas más poderosas de Honduras, Barrio 18 y Mara Salvatrucha anunciaron este martes el inicio de una tregua y pidieron perdón al pueblo hondureño, a las autoridades y a sus familias por el daño que puedan haber causado durante todos estos años en que reinó la violencia y la muerte.
En una declaración catalogada de histórica los líderes de ambos grupos ofrecieron “cero violencia y cero crímenes” lo que demostrarán con hechos en el transcurso de los días. Pero, al mismo tiempo solicitaron al gobierno oportunidades para reinsertarse a la sociedad, capacitación para los jóvenes y mayores oportunidades de empleo y rehabilitación.
Al mismo tiempo los líderes de los dos grupos designaron como mediadores con el gobierno al obispo auxiliar de San Pedro Sula Rómulo Emiliani y al embajador Adam Blackwell, secretario de Seguridad Multilateral de la Organización de Estados Americanos (OEA).
De igual manera se refirieron al futuro que esperan para ellos, pero en especial para sus hijos y sus familias porque no quieren seguir viviendo en una sociedad donde impera la violencia y el crimen.
Honduras es el país más violento del mundo sin tener enfrentamiento bélico. En promedio se producen en 20 personas mueren diariamente como resultado de la violencia.
"Queremos una oportunidad de ser útiles a la sociedad y a nosotros mismos. Lo hacemos por nuestras familias", dijo. "Quiero que mi hijo sea doctor o camarógrafo y no pandillero", añadió el portavoz de Mara Salvatrucha.
También los pandillerons expresaron que no reclutarán a más jóvenes y que no recibirán a ningún otro integrante. "Yo tuve la mala suerte de acabar en esto y no se lo deseo a los niños", afirmó.
Por su parte el presidente de Honduras, Porfirio Lobo declaró que apoya esta iniciativa y que pondrá todos los recursos de su gobierno en manos de los negociadores para que progrese el proceso de paz que se ha iniciado en el país centroamericano, el cual le estaría siguiendo los paso a El Salvador.
En una declaración catalogada de histórica los líderes de ambos grupos ofrecieron “cero violencia y cero crímenes” lo que demostrarán con hechos en el transcurso de los días. Pero, al mismo tiempo solicitaron al gobierno oportunidades para reinsertarse a la sociedad, capacitación para los jóvenes y mayores oportunidades de empleo y rehabilitación.
Al mismo tiempo los líderes de los dos grupos designaron como mediadores con el gobierno al obispo auxiliar de San Pedro Sula Rómulo Emiliani y al embajador Adam Blackwell, secretario de Seguridad Multilateral de la Organización de Estados Americanos (OEA).
De igual manera se refirieron al futuro que esperan para ellos, pero en especial para sus hijos y sus familias porque no quieren seguir viviendo en una sociedad donde impera la violencia y el crimen.
Honduras es el país más violento del mundo sin tener enfrentamiento bélico. En promedio se producen en 20 personas mueren diariamente como resultado de la violencia.
"Queremos una oportunidad de ser útiles a la sociedad y a nosotros mismos. Lo hacemos por nuestras familias", dijo. "Quiero que mi hijo sea doctor o camarógrafo y no pandillero", añadió el portavoz de Mara Salvatrucha.
También los pandillerons expresaron que no reclutarán a más jóvenes y que no recibirán a ningún otro integrante. "Yo tuve la mala suerte de acabar en esto y no se lo deseo a los niños", afirmó.
Por su parte el presidente de Honduras, Porfirio Lobo declaró que apoya esta iniciativa y que pondrá todos los recursos de su gobierno en manos de los negociadores para que progrese el proceso de paz que se ha iniciado en el país centroamericano, el cual le estaría siguiendo los paso a El Salvador.