El presidente de Bolivia Evo Morales señaló que evalúa la posibilidad de retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) porque considera que el organismo no aporta nada y más bien responde a intereses estadounidenses.
Según el mandatario, luego de analizar el papel que desempeña la CIDH, un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) concluye que la institución actúa “como otra base militar” y está financiada por EE.UU. para “tratar de juzgar a los países”.
Para respaldar su punto de vista Evo Morales citó que la sede de la CIDH está ubicada en Washington, pero EE.UU. no ha ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos.
“Después de conocer y seguir conociendo esas instituciones, personalmente estoy haciendo una profunda evaluación, creo que es mejor renunciar, retirarnos, no tomar en cuenta”, sostuvo Morales.
Asimismo Morales indicó que su posible decisión no atentaría contra los derechos humanos sino por el contrario sería una manera de tener más dignidad y soberanía como país.
Sus declaraciones se produjeron en el contexto que un grupo de indígenas de la amazonía boliviana llegaron la semana pasada a la sede de la CIDH a denunciar al gobierno de Morales sobre una violación a sus derechos humanos al tratar de construir una carretera en su territorio.
Según el mandatario, luego de analizar el papel que desempeña la CIDH, un órgano autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) concluye que la institución actúa “como otra base militar” y está financiada por EE.UU. para “tratar de juzgar a los países”.
Para respaldar su punto de vista Evo Morales citó que la sede de la CIDH está ubicada en Washington, pero EE.UU. no ha ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos.
“Después de conocer y seguir conociendo esas instituciones, personalmente estoy haciendo una profunda evaluación, creo que es mejor renunciar, retirarnos, no tomar en cuenta”, sostuvo Morales.
Asimismo Morales indicó que su posible decisión no atentaría contra los derechos humanos sino por el contrario sería una manera de tener más dignidad y soberanía como país.
Sus declaraciones se produjeron en el contexto que un grupo de indígenas de la amazonía boliviana llegaron la semana pasada a la sede de la CIDH a denunciar al gobierno de Morales sobre una violación a sus derechos humanos al tratar de construir una carretera en su territorio.